Cardenal de Myanmar defiende a Aung San Suu Kyi

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Por John Pontifex

EL PRINCIPAL prelado católico de Myanmar ha expresado su apoyo a Daw Aung San Suu Kyi, a pesar de las críticas generalizadas de la comunidad internacional a su respuesta a la crisis de los rohingya, que contrastaba fuertemente con su lucha por las libertades democráticas en su país.

Cardenal Charles Maung-Bo

En defensa de la Sra. Suu Kyi, el cardenal Maung Bo, arzobispo de Yangon, subrayó que constitucionalmente su autoridad es limitada y destacó los poderes que todavía posee el ejército, que ha atacado violentamente a los rohingyas en las últimas semanas.

En respuesta a las condenas sobre la Sra. Suu Kyi, dijo: “Como sabemos, su papel ha sido objeto de ardientes críticas. Pero su estatus no es oficial, según la Constitución”. Como consejera de estado, ella juega un papel principal en el Gobierno, sin tener el control final del este, ya que es un poder que aún pertenece a los militares.

El cardenal añadió: “Mientras Daw Aung San Suu Kyi continúe [en el cargo], tenemos esperanza. Ella es una mujer fuerte, con principios. A pesar de las intensas críticas de la comunidad internacional, Myanmar depende de ella para muchas respuestas”.

El cardenal Bo señaló que, a pesar de las reformas democráticas del país, la situación política podría seguir siendo precaria: “Nuestra percepción es que ella está tratando de estabilizar la frágil democracia, la cual fue difícil de conseguir y tomó 60 años para llegar a donde hoy está el país”.

En su mensaje al 24º Congreso Mundial del Apostolado del Mar, en Taiwán del cual el cardenal envió una copia a Ayuda a la Iglesia que Sufre, subrayó que el ejército sigue teniendo una importante influencia política.

Se estima que 500.000 rohingyas han huido a la vecina Bangladesh en las últimas 5 semanas, después de la represión militar que se produjo tras los ataques a las estaciones de policía del Estado de Rakhine por el Ejército de Salvación rebelde Arakan Rohingya.

Amnistía Internacional acaba de afirmar una vez más que las aldeas rohingya han sido quemadas por miembros de las fuerzas militares y turbas de Myanmar.

Según el cardenal Bo: “El ejército, al igual que el ejército tailandés, no tiene paciencia con la democracia y le arrebataron el poder democráctico a Myanmar en 3 oportunidades. Creo que Daw Aung San Suu Kyi tiene una agenda para sacar al país de las garras del ejército que controla el 25% del Parlamento y también ejerce influencia sobre importantes ministerios. Ella está caminando por la cuerda floja y está haciendo todo lo mejor posible.”

Pero añadió: “Dicho esto, es muy desafortunado que los recientes acontecimientos no hayan mostrado su mejor imagen.  Debería haber hablado en nombre de las víctimas, especialmente de tantas mujeres y niños obligados a irse en circunstancias tan dolorosas.  Perdió el apoyo de la comunidad internacional por su silencio”.

Como parte de la reacción, 400.000 personas firmaron una petición exigiendo que se le quitara el Premio Nobel de la Paz. Aung San Suu Kyi fue objeto de crecientes críticas después de que el 19 de septiembre de 2017 negara que el Gobierno hubiera autorizado la destrucción de los asentamientos rohingya, a pesar de su sólido historial de condena de las violaciones de los derechos humanos en el país.

Señalando los acontecimientos positivos, el cardenal Bo se entristeció: “Ya ha formado un comité de trabajo y dio la bienvenida al regreso de los refugiados.También le pidió al comité que iniciara el proceso de verificación. Este es un paso bienvenido”.

El cardenal Bo también dijo que la visita del Papa Francisco programada para noviembre podría ayudar a mejorar la situación de la minoría rohingya. “El Papa ha sido un activo partidario de los rohingyas. Ya ha hablado 3 veces desde el Vaticano y el mundo ha tomado nota de su interés. Así que su visita ha generado mucha atención”.

Finalmente, añadió: “El Gobierno está muy ansioso de que esta visita se lleve a cabo. El Papa tiene la oportunidad de impresionar a todos los interesados en tomar el camino de la paz, no solo con respecto a los rohingyas, sino también sobre otros conflictos”.