Comerciante de Belén: “El coronavirus ha destruido nuestra vida”

La pandemia de coronavirus ha dejado en ruinas la economía que depende del turismo en Belén, según un comerciante que ha apelado a los peregrinos, al decir que anhela el día en que puedan regresar con seguridad.Rony Tabash, propietario del Almacén de la Natividad, en Belén, le dijo a Ayuda a la Iglesia que Sufre que esta pandemia es la mayor crisis que ha enfrentado en su vida.

Dijo: “Mi abuelo abrió una tienda cerca de la Iglesia de la Natividad, en 1927. Mi padre se hizo cargo en 1955 y yo vine en 2003. Soy la 3° generación. Durante todo este tiempo, tuvimos muchas dificultades con nuestro negocio, especialmente problemas políticos”.

“Siempre dijimos ‘tenemos que continuar; tenemos que seguir sonriendo’. Siempre esperamos a los turistas. Sin embargo, cuando llegó el coronavirus, perdimos toda esperanza. El coronavirus ha destruido nuestra vida”.

Describió cómo el número de visitantes extranjeros a Belén —normalmente, 2 millones al año— se ha derrumbado. Dijo: “Ya no se puede seguir así. Llevamos 9 meses sin trabajo. El 80 % de Belén depende del turismo. Necesitamos peregrinos y turistas porque no tenemos nada más”.

Añadió: “Tenemos casi 100 casos de coronavirus por día. No se ve a nadie entrando en la Iglesia de la Natividad. Por lo general, habría un mínimo de 6.000 personas al día y un máximo de 12.000. Todos aquí dependemos de los turistas”.

Según la alcaldesa de Belén, Vera Baboun, en 1950 la población de esta ciudad y los pueblos de alrededor era 86 % cristiana, pero en 2016 se redujo al 12 %. Según los informes de los medios de comunicación, casi el 90 % de los trabajadores de la industria turística de Belén son cristianos.

El Sr. Tabash dijo: “Este problema está afectando a toda la población de Belén y Tierra Santa. Los cristianos son la minoría, y se puede ver claramente la presión sobre ellos… Hemos tenido muchos problemas políticos, pero decimos que nunca perderemos la esperanza…”.

Añadió: “Dile a los peregrinos, que estamos esperando que vuelvan de nuevo. La Iglesia es todos nosotros. Estamos unidos. El espíritu de los peregrinos es la Iglesia. Sin los peregrinos, algo falta en Tierra Santa”.

—Fionn Shiner