Conozca al obispo más joven del mundo
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EN UN MOMENTO EN EL QUE MUCHOS JÓVENES CRISTIANOS INTENTAN SALIR DE ORIENTE MEDIO, el Vaticano ha confirmado recientemente el nombramiento en el Líbano del obispo más joven del mundo. Monseñor Jules Boutros pertenece a la pequeña Iglesia católica siria, que cuenta con unos 140.000 mil miembros en todo el mundo, y unos 16.000 en el Líbano.
Con tan solo 39 años, el obispo Jules dedicará la mayor parte de su tiempo a la pastoral juvenil y, como tal, se siente especialmente obligado a ayudar a los jóvenes cristianos a desenvolverse en una sociedad que atraviesa una terrible crisis financiera, agravada por las luchas políticas internas y la enorme explosión portuaria de 2020 que arrasó gran parte de la capital.
Tras su ordenación el 18 de junio, la primera visita del obispo al extranjero fue a Europa, donde se reunió con cristianos de habla árabe en Alemania, Países Bajos y Bélgica. También visitó la sede internacional de Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN).
En declaraciones a ACN, el obispo describe su primera reacción cuando los jóvenes cristianos le dicen que quieren abandonar el país. “Antes de decir una palabra, me siento triste. Los sentimientos vienen antes que las palabras. Me siento triste porque he vivido en Europa durante ocho años y conozco las dificultades a las que puede enfrentarse cualquier joven. Los libaneses estamos bastante bien preparados para la emigración, sabemos hablar dos o tres idiomas, nuestra cultura está abierta a la occidental y podemos adaptarnos, pero no es tan fácil. Sin embargo, no expreso mucho esa tristeza en mi corazón porque lo que puedo hacer es ayudarles con algunas preguntas, con el diálogo para discernir su decisión”.
Lo primero que intento averiguar, dice, es la motivación que hay detrás de su deseo de irse, recordándoles que si su misión como cristianos no está en el centro de su decisión, entonces es mejor que se queden en casa. “Como libaneses hablamos árabe, somos de una determinada cultura, y tenemos una misión especial en nuestra cultura, y Oriente Medio nos necesita mucho. Necesita nuestra presencia, nuestra palabra de verdad, nuestro testimonio de Jesús, nuestra gente. Tenemos una misión aquí”.
“Conseguir una mejor educación, más seguridad, un mejor salario, no son las cosas necesarias en nuestra vida. Lo único indispensable y necesario en nuestra vida es Jesucristo. Intento hacerles pensar que si van al extranjero, deben ir con espíritu misionero, y si quieren quedarse, tienen también una gran misión: construir la paz y un lugar mejor aquí también.”
Líbano es el país de Medio Oriente con mayor porcentaje de cristianos. Un día fueron mayoría, pero la emigración les ha pasado factura. Sin embargo, el obispo Jules afirma que los cristianos también tienen una obligación con sus vecinos musulmanes.
“Tenemos una misión con nuestros hermanos musulmanes, nos necesitan, porque ellos también se enfrentan a una crisis de fe, a problemas en su religión; están intentando salir de un cierto fundamentalismo religioso y de la violencia en nombre de Dios. Debemos ayudarles a ser mejores musulmanes, a crear una sociedad mejor, y compartir con ellos nuestro tesoro, que es la Biblia, el Evangelio, la palabra de Dios, Jesucristo. Poseemos un tesoro, pero no es solo para nosotros. Debemos compartirlo con nuestros hermanos y hermanas. Ellos nos necesitan y nosotros también a ellos”.
Tras el colapso de la economía libanesa, ACN aumentó su ayuda a la Iglesia local. Muchos de sus proyectos están destinados a apoyar la pastoral juvenil y las iniciativas sociales y educativas, lo que también contribuye a mantener la estabilidad de las comunidades y a evitar que la gente sienta que no tiene otra opción que emigrar.
—Felipe d’Avillez
