El Papa en Kazajistán y el “espíritu de Asís”
El Papa Francisco participará en la séptima edición del Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales que se celebrará el 14 y 15 de septiembre en Nur-Sultan, Kazajistán. Según el obispo José Luis Mumbiela Sierra, de la diócesis de la Santísima Trinidad, en Almaty, este evento hunde sus raíces en el primer encuentro de oración organizado por el Papa Juan Pablo II, en Asís.
Durante una conferencia online organizada por Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), Mons. Mumbiela, que también es presidente de la Conferencia Episcopal de Asia Central, habló de la importancia del congreso y sobre el país que acogerá al Santo Padre.
El Papa Francisco, líder católico, está a punto de visitar un país en el que el 70% de la población es musulmana y el 25% cristiana, de la que solo el 1% es católica. ¿Cuál es el significado de este viaje?
Tras los tristes incidentes de violencia que sufrió Kazajstán a principios de este año, el Papa viene a decirnos que no estamos solos, que debemos seguir adelante. El Papa le dijo al Presidente que valora mucho todo lo que Kazajistán ha hecho para trabajar por la paz y la armonía, y que viene como muestra de apoyo. La visita del Papa Francisco es más que una muestra de apoyo al gobierno, se extiende a todo el país. Este año celebramos 30 años de independencia y de nuestra Constitución. Es un apoyo a la búsqueda de la identidad de este país, según ciertos valores, entre ellos la armonía religiosa.
¿Y qué significa para la minoría de católicos del país?
A lo largo de su historia, Kazajstán ha sido una encrucijada para muchos pueblos y culturas diferentes. Así que hay muchas experiencias diferentes, según la exposición de cada comunidad al cristianismo. Pero, en general, hay un ambiente de gran alegría, como una celebración familiar. Para nosotros el Papa no es solo un jefe de Estado, sino que es algo más que el jefe del Vaticano, mucho más. Estamos recibiendo a alguien que está muy cerca de todos nosotros, un padre. La gente de este país quiere a los Papas, sean quienes sean.
Kazajstán ha cambiado mucho desde la histórica visita de Juan Pablo II, hace 21 años. ¿Quiénes son los católicos que recibirán al Papa cuando llegue?
Una gran parte de los católicos vive en el norte del país, donde hay una mayoría polaca. En las grandes ciudades hay una mayor mezcla de personas. Por ejemplo, hay muchos coreanos, procedentes de antiguas deportaciones, que son católicos. También hay personas de poblaciones no cristianas que se convirtieron al catolicismo. Es como un río que sigue fluyendo porque la gente se siente atraída por el mensaje de la Iglesia. No se sienten atraídos por el hecho de que hablemos un ruso maravilloso, o porque tengamos una especie de flauta mágica, no, se dejan llevar por su corazón, no por nuestras grandes virtudes, sino por la gracia de Dios.
Francisco viaja para participar en la séptima edición del Congreso de Líderes de Religiones Mundiales y Tradicionales, una iniciativa del ex presidente Nursultan Nazarbayev, que comenzó en 2003. ¿Por qué es tan importante este encuentro?
Las raíces de este congreso se encuentran en los encuentros organizados por Juan Pablo II en Asís, el primero de los cuales tuvo lugar en 1986. En aquella ocasión, el Papa invitó a representantes de diferentes religiones a rezar juntos por la paz. Creo que la idea de Nazarbayev surgió de ahí. ¿Cómo mantener vivo el espíritu de Asís? ¿Cómo mantener ese espíritu, esa llama, esa intención, a lo largo del tiempo? Muchos, incluso dentro de la Iglesia católica, discutieron sobre esto en su momento, diciendo que la reunión de diferentes líderes religiosos era una fuente de relativismo, etc. Sin embargo, Juan Pablo II actuó desde una perspectiva global. Los convocó como un pastor entre pastores, que buscaba el bien de toda la humanidad, no solo de los católicos.
¿Qué podemos esperar de este congreso?
Este congreso ha conseguido cumplir bastante bien sus objetivos a lo largo de los años. El objetivo es que todas las religiones se comprometan con la paz mundial. Hay que limpiar la imagen de la religión, recuperar el verdadero sentido de la religión. El Papa Francisco hace una llamada de atención, no da un martillazo, nos dice con cariño que “reabramos la puerta a esta esperanza” para que mostremos que la religión es un camino de paz.
¿Puede este congreso mejorar el diálogo entre la Iglesia católica y la ortodoxa rusa, que tanto protagonismo ha tenido últimamente?
El Patriarca Kirill de Moscú no vendrá, pero enviará una delegación. El diálogo con la Iglesia Ortodoxa en general continúa, e incluso el diálogo con la Iglesia Ortodoxa Rusa no se ha estancado. Por tanto, creo que tendrá un efecto positivo. Si la gente viene, es porque hay una actitud de diálogo, ese espíritu no se ha destruido. En mi opinión, los medios de comunicación han prestado demasiada atención al hecho de que el Patriarca no vaya a asistir.
Kazajstán fue destino de muchas deportaciones, desde la época de los zares hasta el estalinismo, y en un momento dado albergó 11 campos de detención. ¿Cree que el Papa visitará alguno de estos lugares?
Cuando el Vaticano nos pidió a los obispos que hiciéramos sugerencias para el programa de la visita del Papa, una de ellas era ir a Karaganda y visitar algunos de los lugares de la represión soviética. Sin embargo, es evidente que la salud del Papa no le da mucho margen de maniobra, está muy limitado. El Gobierno hizo algunas propuestas, y los obispos otras, pero nos dijeron que el Papa tenía que reducir al mínimo sus movimientos y reuniones. Lo que sí sabemos es que se reunirá con algunos líderes religiosos.
—Carlos Rosas-Jiménez