En Benín, la propagación del yihadismo limita la labor de la Iglesia

Compartir esta noticia:

LA VIOLENCIA YIHADISTA SIGUE EXTENDIÉNDOSE POR ÁFRICA. Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) ha llamado la atención sobre el hecho de que, desde noviembre de 2021, los atentados terroristas afectan también al norte de Benín. Hasta ahora los países del noroeste de África más afectados por el yihadismo habían sido Mali, Burkina Faso, Chad, Níger, Camerún y Nigeria.

Debido al peligro terrorista, la Iglesia del norte de Benín ve limitado el ejercicio de su labor pastoral, informa ACN. Como ejemplo, ACN cita a las hermanas benedictinas del convento “Notre Dame de l’Écoute” de la diócesis de Natitingou, presente en el país desde hace 17 años.

Con el corazón encogido, este año las religiosas se vieron obligadas a abandonar su convento por un tiempo indeterminado e instalarse en Parakou, en el centro de Benín. “Éramos conscientes de ser un objetivo preferente para los ataques, ya que somos un grupo de siete hermanas con varios factores en nuestra contra: somos extranjeras, blancas y mujeres”, explica la hermana Ana, socia del proyecto de ACN.

Las hermanas benedictinas se ven obligadas a abandonar su convento y reubicarse.

Natitingou está a 65 millas de la frontera norte del país con Burkina Faso, y ya a finales del año pasado se había advertido a las hermanas del creciente riesgo de secuestro para los extranjeros en la región.

La extensión de la violencia y la inseguridad han frenado el crecimiento de la joven diócesis de Natitingou, que es muy vigorosa: la evangelización comenzó allí hace 80 años, en 1942, mientras que el propio Benín recibió a sus primeros misioneros hace 160 años. La proporción de católicos en el país es actualmente del 25%.

—Sina Hartert