En la República Democrática del Congo, aumenta la violencia contra la Iglesia

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Por ACN

NUEVA YORK – Tras el ataque a un seminario católico, el líder de la Iglesia en la República Democrática del Congo ha emitido un llamado sobre “la alarmante situación de seguridad” en su país.

Daños en el seminario de Malole, foto de ACN

En un mensaje enviado a la organización benéfica católica internacional Ayuda a la Iglesia que Sufre, el cardenal Monsengwo Pasinya, arzobispo de Kinshasa, la capital del país, informó el 18 de febrero de 2017 de un “incendio provocado” en el Seminario Mayor de Malole. Acusó a los perpetradores de ser “matones violentos, que [también] han sembrado el terror entre las hermanas carmelitas”, en la cercana Kanaga.

El cardenal describió la situación en la RDC como marcada por un “resurgimiento del miedo, la ira y la inseguridad” entre la población. Destacó que la Iglesia católica en particular ha sido atacada recientemente. El 19 de febrero, la iglesia parroquial de Santo Domingo, en el municipio de Limete, fue profanada por una pandilla de jóvenes. Escribió: “Volcaron el tabernáculo, saquearon el altar, rompieron algunos bancos e intentaron incendiar la iglesia. Los daños materiales son considerables”.

El arzobispo cree que la Iglesia católica está “siendo atacada deliberadamente, para sabotear su misión de paz y reconciliación”. La Iglesia jugó un papel crucial como mediadora en las negociaciones que condujeron a un acuerdo, el 31 de diciembre de 2016, para que el presidente de la RDC, Joseph Kabila, renunciara tras las elecciones que se celebrarán a finales de este año. El acuerdo hizo que el país volviera a estar al borde de una nueva guerra civil.

En su mensaje, el cardenal Pasinya les pidió a los políticos que asumieran su responsabilidad de liderazgo, recordándoles que los obispos del país solo actuaban como mediadores. Escribió: “Corresponde ahora a los hombres de la política reconocer con humildad, tanto ante la nación como ante la comunidad internacional, su debilidad política y la vileza de sus elecciones egoístas que han llevado a un estancamiento político y a la parálisis de las instituciones”.

Hizo un llamado a todos y cada uno de los líderes políticos para que “demuestren sabiduría, autocontrol y espíritu democrático para resolver la cuestión relativa a la designación del primer ministro y las demás cuestiones conexas”, a fin de no correr el riesgo de “poner en peligro las elecciones previstas para finales de este año”.

Ayuda a la Iglesia que Sufre apoya varios proyectos en el este de la RDC, proporcionando fondos para la construcción de rectorías e iglesias, así como programas de formación de sacerdotes. Las Hijas de la Resurrección, una orden de hermanas africanas, que fue fundada con la ayuda de Ayuda a la Iglesia que Sufre, recibe un apoyo especial en forma de gastos de manutención para las religiosas. La comunidad ha sido duramente golpeada por la violencia en la última década; varios conventos se vieron obligados a cerrar y varias hermanas fueron asesinadas.

Ayuda a la Iglesia que Sufre también apoya los retiros anuales de los sacerdotes, en un esfuerzo por darles un respiro del intenso estrés psicológico que supone el desempeño de su ministerio en entornos muy exigentes y a menudo violentos.