En Siria, el fallecimiento de un luchador por la esperanza

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“A MAN WHO HAS SUFFERED WITH HIS PEOPLE and for his people.” This is the way Regina Lynch, project director of the Aid to the Church in Need (ACN), remembers Syrian Orthodox Archbishop Selwanos Boutros Alnemeh of Homs, who died Dec. 7 Damascus after a short illness.

Arzobispo Selwanos Boutros Alnemeh
Arzobispo Selwanos Boutros Alnemeh

“We extend our deepest sympathies to His Beatitude Patriarch Mar Ignatius Ephraim II, to the bishops of the Syrian Orthodox Church and to all the faithful of the Archdiocese of Homs, Hama, Tartous for this enormous loss,” said Ms. Lynch.

Durante las visitas de ACN a Homs en los periodos más duros de la guerra, el arzobispo contó: “Me crié huérfano; la Iglesia fue mi madre. Ahora todos en Siria nos sentimos huérfanos”. Su corta vida, que terminó a los 52 años, estuvo a menudo acompañada de sufrimiento. Sin embargo, lo transformó en una dedicación paternal, llevando a cabo numerosos proyectos de ayuda a los huérfanos y a las familias más pobres de la diócesis, incluso en plena guerra civil siria. Otra gran preocupación del arzobispo eran sus sacerdotes, pastores incansables, pero sin recursos ni medios en un país devastado y sumido en la pobreza.

Fue testigo de la destrucción de Homs y de las atrocidades y persecuciones perpetradas por los yihadistas en distintas ciudades y comunidades cristianas de los alrededores. Cabe destacar la masacre de 45 cristianos en octubre de 2013 en Sadad, la ciudad natal del arzobispo y ahora su última morada. En mayo de 2014, su hermano resultó herido por una bomba que hizo estallar la catedral de Homs, y murió a causa de sus heridas, el pasado mes de septiembre.

A pesar de estas pesadas cargas, el arzobispo metropolitano nunca dejó de sembrar esperanza. Además de los proyectos de emergencia para aliviar el sufrimiento y la necesidad, con la ayuda de ACN el obispo Selwanos promovió muchos proyectos para animar a la comunidad cristiana. Una de esas iniciativas fue el proyecto “Calle de la Esperanza”, que invitó a los niños del casco antiguo de Homs a pintar grafitis en las paredes de las casas en ruinas, lo que significaba que los cristianos querían quedarse y reconstruir esa parte de la ciudad, destruida durante la guerra. Asimismo, fue uno de los primeros en promover la reconstrucción de las casas para los cristianos que regresaron tras el alto al fuego y en solicitar becas para estudiantes de todas las edades para que pudieran continuar sus estudios lo antes posible. También abrió una guardería en Hama llamada “Esperanza de Vida”.

Su contribución y dedicación en la sensibilización internacional sobre la terrible situación de Siria fue inmensa. Por ejemplo, en 2016 viajó con ACN a Ginebra y Bruselas para testificar ante el Parlamento Europeo sobre la realidad que vivían los cristianos sirios y para denunciar la negligencia internacional ante la desaparición de la presencia cristiana en Siria, debido a la persecución y la consiguiente emigración.

“Han sido más de siete años de estrecha colaboración y casi 40 proyectos que hemos podido llevar a cabo gracias al compromiso y la dedicación del arzobispo Selwanos durante los años de terrible sufrimiento y guerra”, dijo Lynch, quien añadió: “Es difícil resumir todo ese trabajo en unas pocas palabras, pero sin duda fue un pilar, un pilar de resistencia contra la desesperanza y un luchador por salvar a su pueblo. También fue un verdadero ejemplo de ecumenismo. Es una gran pérdida”.

—Maria Lozano