En Siria, un servicio de oración por dos obispos secuestrados

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Con un servicio de oración y una ceremonia de conmemoración en la catedral sirio-ortodoxa de San Efrén, en Alepo (Siria), todas las Iglesias sirias conmemoraron el octavo aniversario del secuestro, el 22 de abril de 2013, del obispo sirio-ortodoxo Youhanna Ibrahim y del obispo griego-ortodoxo Boulos (Paul) Yazji. El padre armenio católico Michel Kayyal y el padre griego ortodoxo Maher Mahfouz también fueron recordados durante la ceremonia.   

En la reunión participaron representantes de todos los ritos y denominaciones ortodoxas, católicas y protestantes de Alepo. En declaraciones a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) tras la ceremonia, el archimandrita Mousa Al-Khasi, vicario ortodoxo griego en Alepo, dijo: “Nos hemos reunido aquí para rezar por el regreso seguro de los obispos Boulos Yazji y Youhanna Ibrahim a sus respectivas arquidiócesis. Este acontecimiento es triste para todos nosotros. Pero con la gracia de Dios y la solidaridad de nuestros hermanos y hermanas, tenemos esperanza. Dios es el todopoderoso y todo es posible por su Gracia”.

El obispo Ibrahim, de la diócesis ortodoxa siria de Alepo, y el arzobispo Yaziji, de la diócesis ortodoxa griega también de Alepo, fueron secuestrados allí, en la localidad de Kafr Dael, a unos 11 kilómetros al oeste del centro de la ciudad. En ese momento los dos obispos estaban negociando la liberación de los dos sacerdotes, el padre Kayyal (y el padre Mahfouz (griego ortodoxo), que habían sido secuestrados en febrero de 2013. Al llegar a un puesto de control, su coche fue rodeado por un grupo de yihadistas armados, que mataron al conductor, que era diácono. Desde el momento del secuestro hasta el día de hoy, los innumerables intentos de obtener cualquier información sobre el destino de los dos obispos no han dado ningún resultado.

Oración por los obispos Youhanna Ibrahim y Boulos Yazji
Oración por los obispos Youhanna Ibrahim y Boulos Yazji

El presidente ejecutivo de ACN, Thomas Heine-Geldern, en una declaración leída durante la celebración, dijo  “Durante estos ocho largos años Ayuda a la Iglesia que Sufre ha rezado y animado a sus donantes de todo el mundo a unirse e implorar con fe su pronta liberación. No podemos olvidarnos de ellos, como nos dice San Pablo en su carta al pueblo de Corinto: ‘Si (una) parte sufre, todas las partes sufren con ella; si una parte es honrada, todas las partes comparten su alegría’ (1 Corintios 12:26).”

“Ocho años después de su secuestro, ACN no se cansa de pedir por su vida, su liberación y su paz. Estos dos pastores acompañaron a su rebaño en los momentos de dificultad y dieron un ejemplo de entrega fiel. Que el Dios de la Vida, el Señor de la Historia esté con ellos”.

Citando la carta apostólica del Papa Francisco Maiorem Hac Dilectionem, Heine-Geldern continuó: “Dignos de especial consideración y honor son aquellos cristianos que, siguiendo más que de cerca las huellas y enseñanzas del Señor Jesús, han ofrecido voluntaria y libremente su vida por los demás y han perseverado en esta determinación.”

El archimandrita Mousa Al-Khasi envió un mensaje de agradecimiento a los donantes de ACN: “Gracias a todos los miembros de ACN por su solidaridad y por su ayuda a nuestro pueblo.  Nos da esperanza. Que la fiesta de la resurrección de Jesucristo este por encima de todo esto y nos ayude en estos tiempos difíciles a estar junto a Él para siempre.”

—María Lozano