Financiar un programa juvenil de tres años en Bangladesh
Desde su creación en 1987, la diócesis ha dado prioridad a la labor de fortalecer a los jóvenes en su fe. Las clases de Biblia, la catequesis, la enseñanza social de la Iglesia, todo ello es importante para transmitir a estos jóvenes una sólida base ética y religiosa. Ellos serán los que construyan el futuro de la Iglesia en este país abrumadoramente musulmán.
“Hay que alimentar la fe”, dice el obispo Paul Ponen Kubi. También aquí, como en cualquier otra parte del mundo, las influencias nocivas a las que están expuestos los jóvenes son muy fuertes, por lo que es importante transmitirles valores auténticos y contribuir así a inmunizarlos contra esas influencias nocivas.
El nivel de educación es generalmente pobre, y las minorías étnicas suelen vivir en regiones menos desarrolladas. Es aquí donde la Iglesia se compromete especialmente a ayudar a estos jóvenes, no sólo para que crezcan personalmente, sino también para que se preparen un día a asumir responsabilidades en la Iglesia y en la sociedad.
Con la ayuda de ACN, la diócesis de Mymensingh está planeando introducir un programa de formación religiosa de tres años para jóvenes en todas sus 18 parroquias. Incluirá días de retiro con oraciones, charlas, juegos y actividades de creación de equipos, así como el llamado “campamento bíblico”, una forma de campamento de verano con sesiones de estudio bíblico, para que los jóvenes con poco conocimiento de la Biblia puedan aprender a amar las Escrituras en un ambiente interesante, entretenido y de convivencia. Además, habrá instrucción religiosa, oración, alabanza y otros actos destinados a profundizar y fortalecer la vida religiosa de los jóvenes participantes.
La Iglesia de esta región también es muy pobre y depende de nuestro apoyo, por lo que hemos acordado ayudar con una contribución de $14.000 dólares para este programa de tres años.
¿Puedes unirte a la financiación del programa juvenil de tres años para asegurar el futuro de la Iglesia en Bangladesh?
Ayuda a la Iglesia que Sufre se compromete a invertir sus fondos donde tengan el mayor impacto para la Iglesia a la que servimos. Los fondos donados a los proyectos de Ayuda a la Iglesia que Sufre se destinarán a las necesidades más urgentes de nuestros programas para ayudar a mantener viva la Fe.