Informe: el nacionalismo agresivo está alimentando el odio religioso, pero Occidente no actúa

Compartir esta noticia:

EL AUMENTO del nacionalismo agresivo en partes claves del mundo es la causa del incremento de la violencia y otras intimidaciones contra las minorías religiosas, y Occidente no logra convertir las palabras de preocupación en acciones. Esta es una de las principales conclusiones de un nuevo informe sobre el estado de la libertad religiosa en el mundo elaborado por Ayuda a la Iglesia que Sufre, una organización benéfica papal e internacional que sirve a la Iglesia perseguida y sufriente.

El informe, en el que se señala que el respeto de la libertad religiosa está disminuyendo en todo el mundo, concluye que el 61% de la población mundial vive en países en los que el derecho a la libertad religiosa se ve obstruido o se niega rotundamente. El informe estima que unos 327 millones de cristianos viven en países donde hay persecución religiosa, y que otros 178 millones sufren alguna forma de discriminación a causa de su fe.

Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de Ayuda a la Iglesia que Sufre, dijo: “El Papa Francisco, al igual que sus predecesores inmediatos, han subrayado que la libertad religiosa es un derecho humano fundamental arraigado en la dignidad del hombre. El propósito de este informe es llamar la atención del mundo sobre el vínculo intrínseco entre la libertad religiosa y la dignidad humana”.

Al evaluar los 196 países del mundo, el Informe sobre la libertad religiosa de 2018 concluye que el “ultranacionalismo”, tanto por parte de los Gobiernos como de los agentes no estatales, ha provocado un aumento del odio contra las minorías religiosas en países que incluyen a las principales potencias regionales, como la India, China y Myanmar.

Como muestra el informe, en 22 países, la razón de los atentados contra la libertad religiosa tiene sus raíces en el islamismo radical, mientras que en los demás países las causas son otras, en particular el autoritarismo de los Estados o Gobiernos que aplican políticas de nacionalismo extremo.

El informe concluye que muchos grupos de minorías religiosas sufren tras una “cortina de indiferencia”; afirma que “la mayoría de los Gobiernos occidentales no han proporcionado la asistencia que necesitan urgentemente, sobre todo las comunidades desplazadas que desean regresar a sus hogares”, como ocurrió en el norte de Irak tras la expulsión del ISIS. 

El informe también culpa al analfabetismo religioso por parte de los medios de comunicación y los líderes del Gobierno. Señala que la cobertura sobre el islam militante se ha centrado casi exclusivamente en la lucha contra el ISIS y los grupos afiliados en Irak y Siria durante el período que se examina (2016-18), ignorando en gran medida la incesante propagación de los movimientos en algunas partes de África, en otras partes de Medio Oriente y en Asia.

Durante el período de 25 meses que se examina, la situación de los grupos religiosos minoritarios se deterioró en casi la mitad de los países que ya se clasificaban como poseedores de violaciones importantes de la libertad religiosa 18 de un total de 38 países. El empeoramiento de la intolerancia hacia las minorías religiosas hizo que por primera vez en los 19 años de historia del informe, 2 nuevos países, Rusia y Kirguistán, se clasificaran en la categoría de “discriminación”. En el informe se añade que en varios casos, como los de Arabia Saudita y Corea del Norte, la situación ya era tan mala que en el período que se examina era prácticamente imposible que empeorara.

El editor jefe del informe, John Pontifex, dijo: “El ultranacionalismo agresivo, ya sea por parte de Gobiernos de línea dura o de grupos extremistas violentos, significa que muchos grupos religiosos minoritarios se sienten como extranjeros en su propio país. Son blancos fáciles en una nueva era de ignorancia e intolerancia”.

“Hay algunos, como los musulmanes rohingya, cuya difícil situación ha recibido la debida atención en Occidente, pero muchos otros, como los cristianos en Nigeria, los ahmadíes en Pakistán y los bahaíes en Irán se sienten abandonados, ya que la libertad religiosa ha descendido en la clasificación de prioridades en materia de derechos humanos”.

Para leer el informe completo, visita: www.religion-freedom-report.org; para leer el Resumen Ejecutivo, haz clic aquí.
—Raquel Martinez & John Pontifex