La campaña de Cuaresma 2019 de ACN apoya a las mujeres religiosas de 85 países

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Ayuda a la Iglesia que Sufre ha lanzado una campaña de Cuaresma para reforzar su apoyo a las religiosas en los países más afectados por la guerra y la pobreza o en los que los cristianos son una minoría.

La campaña lleva el título: “Mujeres extraordinarias. Gracias a Dios. Gracias a ti”.

During Lent 2019, Aid to the Church in Need is raising money to help women religious in dozens of countries around the world, in many places where war or poverty are great sources of suffering for the people

El presidente ejecutivo de Ayuda a la Iglesia que Sufre, el Dr. Thomas Heine-Geldern, comentó al inicio de la campaña: “Las mujeres religiosas son las heroínas de la Iglesia. Nos muestran el camino a la santidad y dan ejemplo de una vida feliz y significativa. Este también puede ser el camino a la sanación para una sociedad marcada por los continuos debates sobre el papel de la mujer”.

Cada año, Ayuda a la Iglesia que Sufre recibe más de 800 solicitudes para apoyar proyectos de formación, ayuda a la subsistencia, construcciones o proyectos de transporte llevados a cabo por religiosas en 85 países. 

Entre otras iniciativas, apoya a más de 4.500 religiosas para que puedan continuar con su vida monástica y llevar a cabo su labor pastoral y social cuidando de los enfermos, los huérfanos o las personas mayores, incluso en aquellas regiones en las que no tienen ninguna forma de ganarse la vida. Este es el caso, por ejemplo, de Ucrania, Rusia y la crisis de Venezuela.

Un gran número de conventos han sido destruidos o gravemente dañados, no solo en zonas de guerra, como Irak, Siria, la República Centroafricana y Sudán, sino también como resultado de desastres naturales, como los terremotos de México. Sería imposible para las religiosas llevar a cabo su trabajo en estas regiones sin la ayuda de reconstrucción de Ayuda a la Iglesia que Sufre.

Según las cifras publicadas en el Anuario Estadístico de la Iglesia, hay unas 660.000 mujeres que viven en comunidades religiosas en todo el mundo, mujeres que han dedicado su vida a la oración y al servicio de los más necesitados. Ayuda a la Iglesia que Sufre da apoyo directo a más de 11.000 hermanas. Además, hay otras religiosas que se benefician de la ayuda para la construcción, el transporte y los proyectos pastorales.

Aunque el número de vocaciones a órdenes femeninas está disminuyendo, sobre todo en Europa y Norteamérica, sigue creciendo en África y Asia. Por ello, más del 80% de todos los proyectos apoyados por Ayuda a la Iglesia que Sufre en el ámbito de la formación de religiosas y novicias benefician a estos dos continentes. Esta ayuda va dirigida a más de 5.700 hermanas.

De acuerdo con su carisma y su historia, Ayuda a la Iglesia que Sufre presta especial atención a las órdenes contemplativas. Tal y como está escrito en la Constitución Apostólica Vultum Dei Quaerere, emitida por el Papa Francisco sobre las órdenes femeninas contemplativas, esta vida “está enraizada en el silencio del claustro; produce una rica cosecha de gracia y misericordia” y representa “el corazón orante” de la Iglesia.

Según la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, hay alrededor de 40.000 religiosas en las órdenes contemplativas de todo el mundo; la mitad de ellas viven en Europa. Por este motivo, el 80% de la ayuda concedida por Ayuda a la Iglesia que Sufre está orientada a las hermanas de clausura en los países de Europa del Este que siguen encontrándose en una situación de extrema necesidad económica y espiritual debido a su pasado comunista.

Durante la Cuaresma de 2019, las 23 oficinas nacionales de Ayuda a la Iglesia que Sufre también quieren expresar su agradecimiento a todas las religiosas que cumplen su misión en situaciones peligrosas o que han sacrificado sus vidas por las personas que les han sido confiadas. Entre ellas, se encuentran las 4 religiosas de las “Hermanas Misioneras de la Caridad”, que fueron asesinadas por los yihadistas en Yemen, en 2014; las 2 religiosas que fueron asesinadas durante la violencia extrema que se desató en Haití y Sudán, en 2016; y la misionera colombiana Cecilia Narváez, que ha sido rehén de Al Qaeda en Mali durante 2 años.

“A través de su trabajo, las hermanas religiosas transmiten la amorosa proximidad de Dios a millones de personas cada día”, dijo el Dr. Thomas Heine-Geldern, y añadió: “Apoyar a las mujeres religiosas a menudo implica ayudar a toda una comunidad o incluso a todo un grupo étnico”.

Un sitio web dedicado a la campaña de Cuaresma ofrece información sobre la vida de las religiosas en los distintos continentes y destaca las principales áreas de ayuda de Ayuda a la Iglesia que Sufre.