La Iglesia católica permanece al lado de las víctimas de la guerra
AYUDA A LA IGLESIA QUE SUFRE (ACN) dedicó su campaña mundial anual del rosario por la paz a la curación y protección de los que sufren en Tierra Santa. El 18 de octubre, más de 500.000 niños de todo el mundo rezaron el rosario, pidiendo a Nuestra Señora que ayude a traer la paz a la región.
En la actualidad, las circunstancias impiden a ACN proporcionar ayuda humanitaria y pastoral a la pequeña comunidad cristiana atrapada en Tierra Santa. “Pero estamos dispuestos a hacerlo”, dijo Edward Clancy, director de divulgación de ACN -USA. Clancy hizo eco de la petición del Papa Francisco de “corredores humanitarios” para facilitar la entrega de ayuda vital para los cristianos tanto en Gaza como en la orilla occidental.
Por ahora, la oración es la única herramienta para proteger a los inocentes, dijo Clancy, citando al Patriarca Latino de Jerusalén, el arzobispo Pierbattista Pizzaballa, quien subrayó que, aunque “la oración no puede resolver” el conflicto, “da luz al corazón y a los ojos.” El arzobispo —que se ofreció a ocupar el lugar de los rehenes retenidos por Hamás— cree que la oración ferviente tiene el poder de dar a los fieles atrapados en la zona de guerra la sensación de que no están solos, por muy oscura que sea la situación en estos momentos.
Desde el comienzo de la violencia, ACN se ha mantenido en contacto con una religiosa de la única parroquia de Gaza, la Iglesia de la Sagrada Familia, la Hermana Nabila Saleh, Hermana del Santo Rosario. Ella dijo a ACN que su comunidad está decidida a quedarse y no huir hacia el sur de Gaza, como Israel instó a los civiles a hacer para no quedar atrapados en los bombardeos y una probable invasión terrestre.
“No nos iremos”, dijo la hermana Nabila, que está en contacto directo con el Papa Francisco. Y añadió: “La gente no tiene nada, ni las cosas básicas; ¿adónde vamos a ir? ¿A morir en la calle? Tenemos ancianos, personas con discapacidades múltiples y ancianos. Necesitamos medicinas. Muchos hospitales están destruidos. ¿Adónde deberíamos ir?”.
Un sacerdote que trabaja en la parroquia de la Sagrada Familia, el padre Gabriel Romanelli, expresó en una entrevista con ACN la misma determinación: “¿Qué encontrarán en el sur de la franja de Gaza? Encontrarán cientos y cientos de miles de personas que han huido de la ciudad de Gaza. Y en el sur no hay nada y la situación sanitaria y humanitaria es desastrosa, con falta de agua y alimentos”. El padre Romanelli dejó claro que los feligreses no tienen otra opción que quedarse.
Los católicos de Gaza, dijo, creen que “están más seguros con Jesús”. Y por eso juntos rezan, rezan y esperan que el Señor les proteja y que la gente que está trabajando y rezando por la paz cambie la decisión de atacar la iglesia que siempre ha sido un oasis de paz.”
“ACN-USA hace un llamamiento a todos sus donantes y amigos para que recen por la paz y por una oportunidad para tratar a los heridos y comenzar a restaurar las vidas de todos los inocentes atrapados en la violencia”, concluyó Clancy.