La Iglesia en la India no abandonará la “lucha por la igualdad, la justicia y la fraternidad”

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Obispo Stepen Antony Pillai

“LAS CIRCUNSTANCIAS son difíciles para los cristianos de nuestra diócesis, a menudo nos encontramos con restricciones en la práctica de nuestra fe”, dijo el obispo Stephen Antony Pillai. El prelado de 67 años de edad encabeza la Diócesis de Tuticorin en el sur de la India. Él y otros 53 obispos indios se reunieron recientemente con el Papa Francisco durante una visita ad limina a Roma. El obispo Pillai habló con Ayuda a la Iglesia que Sufre sobre la situación de los cristianos en la India.

El obispo explicó que el Gobierno indio está trabajando para transformar el país, principalmente hindú, en una nación homogénea, con un idioma y un conjunto de políticas que favorezcan el hinduismo. Compuesta por 29 Estados federales, la India es, después de China, el segundo país más poblado del mundo, con 1.370 millones de habitantes. Hay 28 millones de cristianos en la India, 20 millones de los cuales son católicos; la población musulmana asciende a más de 200 millones. En los últimos años, tanto los cristianos como los musulmanes han sido objeto de una violencia y un acoso cada vez mayores por parte de los nacionalistas radicales hindúes.

La situación ha empeorado después de las elecciones parlamentarias de este año, que ganó el partido nacionalista gobernante BJP (Bharatiya Janata Party) del primer ministro Narendra Modi, con una mayoría significativa. “Nuestra situación en este momento no es muy alentadora. El Gobierno toma muchas decisiones precipitadas, lo que hace que las cosas sean impredecibles. La política solo beneficia a la parte rica de la población. Los pobres se quedan sin nada,” dijo el obispo Pillai.

Unos 450.000 católicos viven en la Diócesis de Tuticorin, lo que equivale al 17% de la población. Además de los ataques dirigidos a los fieles y grupos de peregrinos, el obispo informó que las circunstancias en general se estaban volviendo más difíciles en su diócesis, con las autoridades interfiriendo en la administración de los hospitales y escuelas católicas. El alto desempleo afecta tanto a los maestros como a los agricultores y trabajadores de las fábricas, y el Gobierno estatal hace poco para ayudar a la situación. Como resultado, dijo el obispo, la tasa de suicidios ha aumentado en la región.

Sin embargo, el obispo Pillai sigue teniendo esperanzas, una perspectiva reforzada por el reciente encuentro de los obispos indios con el Papa Francisco. “No vamos a renunciar a la lucha por la igualdad, la justicia y la fraternidad”, dijo el obispo, quien agregó: “Esperamos que los hindúes y los cristianos pronto se vuelvan más tolerantes entre sí y que la disposición a usar la violencia disminuya en todo el país”. Estoy profundamente agradecido con Ayuda a la Iglesia que Sufre y con todos los benefactores que nos ayudan a satisfacer nuestras necesidades en todos los ámbitos de la atención pastoral y nos acompañan en sus oraciones”.

—Matthias Böhnke