Los cristianos de Tierra Santa viven la esencia del Sábado Santo

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Mientras los cristianos de todo el mundo celebran la Semana Santa, Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) llama la atención sobre los retos a los que se enfrentan los cristianos en Tierra Santa, no sólo en Gaza, sino también en Cisjordania y Jerusalén.

En una entrevista en la sede de ACN, el Abad Nikodemus Schnabel de la Abadía de la Dormición de Jerusalén describe cómo los cristianos de la región vivirán la Pasión de Cristo e insta a los creyentes de todo el mundo a reflexionar sobre el estado de Tierra Santa.

Durante la Semana Santa, los cristianos de todo el mundo recuerdan el sufrimiento y el sacrificio de Jesucristo. Tierra Santa, a menudo considerada como el quinto Evangelio, tiene un gran significado para los cristianos. “Si estamos leyendo la Pasión, si estamos en Semana Santa, nuestros pensamientos se dirigen a Tierra Santa, a Jerusalén”, dice el abad Nikodemo.

Recuerda que entre los muertos en el atentado de Hamás del 7 de octubre había católicos, en su mayoría inmigrantes y solicitantes de asilo, a los que califica de “esclavos modernos”. “Y por otro lado, ¿qué está pasando ahora en Gaza? Para nosotros, como cristianos, es una catástrofe. A día de hoy, hemos perdido a 27 personas. Hablamos de seres humanos. Hablamos de una catástrofe para ambos bandos, porque lo más horrible que puede hacer la gente es matar a otra gente. Es el mayor pecado que se puede cometer”, subraya.

El abad Nikodemo también llama la atención sobre el significado del Viernes Santo en este momento: “El Viernes Santo tiene un significado muy fuerte porque vemos el sufrimiento. Vemos la cruz. Una vez hicimos una vigilia de oración de 24 horas en nuestra iglesia, y rezamos todos los Salmos. Llamábamos a la celebración ‘la Iglesia bajo la cruz’. Este es nuestro lugar como cristianos. Somos la Iglesia bajo la cruz”.

Padre Nikodemus Schnabel

“Sábado Santo: un tiempo de desesperación y sufrimiento invisible”

Además, el abad habla de la difícil situación de los cristianos en Cisjordania y Jerusalén, donde “no se ve la cruz, porque las casas no están bombardeadas; [donde] no hay sufrimiento visible, y no hay imágenes que hablen emocionalmente a la gente”. Pero aunque no haya destrucción visible ni imágenes de sufrimiento que atraigan la atención del mundo, “ahora se encuentran realmente en circunstancias muy difíciles. Son el grupo más vulnerable. Su experiencia refleja la esencia del Sábado Santo: un momento de desesperación y sufrimiento invisible”, afirma.

Desde octubre, el impacto económico de la guerra ha sido especialmente duro para los cristianos de la región, que dependen en gran medida del turismo de peregrinación para su subsistencia. “Muchos cristianos trabajan como conductores de autobús, propietarios de restaurantes, personal de hoteles o guías turísticos”, explica el abad Nikodemus. “La falta de peregrinos ha supuesto una catástrofe económica para ellos”.

El peligro de convertirse en una “Disneylandia cristiana”

El abad Nikodemus advierte de la reducción de Tierra Santa a un mero destino turístico. “No es una Disneylandia. Y éste es realmente el temor: que Tierra Santa se convierta en una especie de Disneylandia cristiana para peregrinos. Por supuesto, tenemos las iglesias; tenemos los lugares santos. Puedes hacer peregrinaciones maravillosas sin que te moleste la realidad de la gente. Y tenemos las piedras que recuerdan la Encarnación, que Jesús realmente se hizo hombre. Pero también tenemos las piedras vivas, los cristianos que viven allí. Y ahora están luchando de verdad. Se sienten solos”, dice.

La abadía de la Dormición, en Jerusalén, también ha visto disminuir el número de peregrinos. Pero a pesar de la ausencia de turistas, la abadía se compromete a apoyar a su personal cristiano de Belén. “Nos sentimos responsables de ellos, aunque nos suponga un importante reto financiero”, afirma el abad Nikodemo.

El abad califica la próxima festividad de prueba de fe. “La Pascua es importante porque nos dice si realmente confiamos en Dios y si realmente creemos en lo que celebramos. Después de la catástrofe, ¿estamos esperando la Pascua? ¿Creemos realmente en la redención?”, se pregunta. “Como ciudadano racional del mundo, sólo puedo ver guerra, sufrimiento, odio, violencia. Pero como hombre de fe, confío en que mi Dios puede redimir, que puede salvar este mundo, sanarlo y crear nueva vida. Perdón. Misericordia. Eso es lo que celebramos en Semana Santa y en Pascua. Espero por todos los cristianos que haya un nuevo comienzo y una nueva esperanza, una nueva vida”.

Mientras los cristianos de todo el mundo celebran la Pascua, ACN hace un llamamiento a la oración, la solidaridad y el apoyo a nuestros hermanos y hermanas de Tierra Santa.

—Maria Lozano