Nigeria: ‘Sabemos que Leah está viva y rezamos por su liberación’

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LEAH SHARIBU ES UNA JOVEN NIGERIANA que fue capturada por terroristas islamistas en febrero de 2018. En esta entrevista con Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), el reverendo Gideon Para-Mallam, misionero protestante, defensor de la paz y la justicia social y presidente de la Fundación para la Paz ‘Para-Mallam’, pide que se rece por su liberación mientras él y otras personas trabajan “en silencio” para intentar que Leah vuelva con su familia.

¿Cuáles son las últimas noticias sobre Leah Sharibu?
Leah está retenida injustamente por Boko Haram, pero la buena noticia es que sigue viva. Otro de los secuestrados pudo verla recientemente y la semana pasada también recibí noticias, procedentes de círculos diplomáticos, de que Leah está viva. Aparte de esto, también estoy en contacto con otra fuente que está familiarizada con este asunto, y también confirmó que está viva. Es muy triste que, mientras Nigeria celebraba su 61º aniversario de independencia el 1 de octubre, Leah Sharibu siga secuestrada junto con otros muchos nigerianos inocentes, tanto musulmanes como cristianos.

¿Crees que hablar de la situación de Leah puede perjudicar las posibilidades de que sea liberada?
A veces, desde el punto de vista de la seguridad, se ha sugerido esa opinión. Sin embargo, personalmente no estoy de acuerdo. Siempre hay una tensión entre hablar y no hablar. Tal vez necesitemos un poco de equilibrio. La Biblia dice que hay un tiempo para todo bajo el sol, un tiempo para hablar y un tiempo para callar (Eclesiastés 3:7). Yo diría que hay que hablar con discernimiento. Por ejemplo, a veces he recibido información sobre Leah, y otras personas en cautiverio, que no he compartido públicamente, a veces ni siquiera con sus familiares, para proteger a Leah y a las demás personas secuestradas. Hay información clasificada que podría ser perjudicial para la causa si se hiciera pública. Sin embargo, guardar silencio y no decir nada a modo de defensa de Leah y de los demás no es aconsejable.

¿Qué margen de maniobra tienen las iglesias cristianas para negociar su liberación?
Esas posibilidades existen. La oportunidad más viable fue a finales de 2018, pero la perdimos. Negociar con terroristas es muy imprevisible. A principios de 2020 se hizo un intento discreto por la vía de atrás, pero la pandemia de COVID-19 ralentizó todo el proceso. Se está haciendo otro intento, pero no diré más que esto. Como cristianos, creemos en la oración y confiamos en que Dios puede abrir puertas imposibles. Crucemos los dedos mientras nos aferramos a Dios con fe para que intervenga. Leah y otros serán liberados algún día. Mi oración siempre ha sido: “¡Señor, por favor, hazlo cuanto antes!”.

Háblenos de Alice Loksha Ngaddah, la enfermera cristiana que trabajó con UNICEF.
Alice Ngaddah es madre de dos niños pequeños. Leah fue secuestrada en su escuela de Dapchi, en el estado de Yobe, el 19 de febrero de 2018, y Alice, una joven enfermera de UNICEF, fue secuestrada el 1 de marzo de 2018 durante su trabajo humanitario. Solo nueve días las separan. Al día de hoy, 2 de octubre de 2021, Leah ha pasado 1322 Días en cautiverio mientras que Alice Ngaddah ha pasado 1312 días en cautiverio. Por la gracia de Dios, nuestra Fundación por la paz seguirá abogando activamente por Leah Sharibu, Alice Ngaddah y otros.

Leah Sharibu
Leah Sharibu a la edad de 15 años

¿Sigue Alice en cautiverio con Leah?
Alice sigue en cautiverio. En un momento dado, ambas estuvieron retenidas en el mismo campo, en 2019 y a principios de 2020, pero ahora están en campos distintos, según la información recibida. Animar a sus familiares no ha sido fácil: están traumatizados.

¿Podría la reciente muerte del líder de Boko Haram, Abubakar Shekau, tener un impacto en el futuro de Leah?
Yo diría que no mucho. Leah, junto con las otras 110 alumnas de Dapchi —que fueron liberadas posteriormente, excepto Leah— fueron secuestradas por la Provincia de África Occidental del Estado Islámico (ISWAP). Al ISWAP no le gusta matar ni mantener a los musulmanes en cautividad, por lo que suele liberarlos poco después de que se conozca su identidad como musulmanes. Sin embargo, en algunos casos en los que los cristianos son obligados a convertirse al Islam bajo la amenaza de Boko Haram, las mujeres son mantenidas como esclavas sexuales mientras que los hombres sanos son reclutados en su ejército, adoctrinados, entrenados y enviados a luchar por el establecimiento del Califato Islámico.

Usted mencionó antes a “otras” víctimas. ¿Podría decirnos sus nombres, para dar una identidad, un rostro a su sufrimiento?
Sí, son muchas. Pero mencionemos algunas de ellas: Grace Tukka, Lilian Gyang Daniel, Praise Austin, Grace, Justina, Ruth, Suzannah, Grace, Jummai, Caroline Malakarlia, Grace, Mwanret, Mama Hauwa, Bayo, Joseph, Jamala —una mujer musulmana—, Fayina y, más recientemente, Christiana, secuestrada por Boko Haram el 8 de julio de 2021. Nuestra Fundación para la Paz también está en contacto con varias de estas familias afectadas. Puedo decir una cosa con seguridad: todos están traumatizados, pero mantienen la esperanza.

¿Cómo describiría la situación de los cristianos en Nigeria?
La situación de los cristianos en Nigeria podría describirse como “tiempos de muerte y horror”. Los cristianos de Nigeria nunca lo han pasado tan mal. Las matanzas son reales. El efecto de la persecución es palpablemente grave en algunas partes del país, especialmente en el noreste, el oeste y el Cinturón Medio. Permítanme ser claro, la insurgencia mortal en Nigeria también ha llevado a muchos musulmanes a ser asesinados por Boko Haram, los pastores Fulani y los bandidos. Sin embargo, el hecho de que los musulmanes también sean víctimas no oculta que los cristianos son perseguidos hoy en día en Nigeria.

—Maria Lozano & Anne-Marie Michel