Nigeria: Una estudiante cristiana es apedreada y quemada hasta morir

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AYUDA A LA IGLESIA QUE SUFRE (ACN) ESTÁ PROFUNDAMENTE AFECTADA POR EL TERRIBLE ASESINATO DE DEBORAH YAKUBU, una estudiante cristiana que fue apedreada y luego quemada en el Colegio de Educación Shehu Shagari en Sokoto, al norte de Nigeria.

“ACN condena este último acto de violencia. Los niveles de extremismo y violencia alcanzados en Nigeria en los últimos años son absolutamente espantosos. Apenas pasa una semana sin que haya noticias de secuestros y docenas de muertes, pero este acto de barbarie nos deja sin palabras”, declaró el presidente ejecutivo de ACN, Thomas Heine-Geldern.

Deborah Yakubo envió supuestamente un mensaje de WhatsApp blasfemo sobre el profeta Mahoma durante el Ramadán, cuando la universidad estaba cerrada por vacaciones. Cuando volvió a clase, un grupo de estudiantes la estaba esperando y la atacó, apedreándola, y luego prendiendo fuego a su cuerpo. El Shehu Shagari Education College de Sokoto ha sido cerrado desde entonces por orden del gobierno del estado de Sokoto.

“Nuestros pensamientos y oraciones están con la familia de Deborah y con la comunidad cristiana de Sokoto en estos momentos. También hacemos un llamamiento a todos los líderes políticos y religiosos de Nigeria para que condenen este caso de extremismo religioso con firmeza y abiertamente”, dijo Heine-Geldern.

“El extremismo religioso con el que nos hemos familiarizado bajo Boko Haram, y que ha causado tantas víctimas inocentes, parece haberse extendido y polarizado a una parte cada vez mayor de la sociedad. Hay una grave crisis de libertad religiosa, y no sólo la causan los terroristas. El gobierno nigeriano debe reflexionar profundamente sobre a qué está arrastrando esta violencia al país, y cómo puede defender los derechos de todos sus ciudadanos”, añadió Heine-Geldern.

Dr. Thomas Heine-Geldern

Desde 1999, doce estados del norte de Nigeria han adoptado códigos legales basados en la sharia que funcionan en paralelo a los tribunales laicos. Muchas de estas leyes de la sharia incluyen fuertes penas por blasfemia, incluida la muerte. Sin embargo, al menos la sharia garantiza una forma de proceso debido, sin recurrir al linchamiento y a la ejecución sumaria, como ocurrió en este caso más reciente en Sokoto, que no tiene precedentes.

Según el último Informe sobre Libertad Religiosa de ACN, tras 20 años de aplicación de la sharia, la situación en el norte de Nigeria ha empeorado, y la etnia y la religión se han convertido en atajos para acceder al poder, los recursos y los privilegios. El informe afirma que la sharia ha profundizado las divisiones en el país.

El obispo católico de Sokoto, Mons. Matthew Hassan Kukah, promotor del diálogo interreligioso en su diócesis, no escatimó palabras para condenar el acto criminal contra Deborah Yakubo. El obispo hizo un llamamiento al gobierno del estado de Sokoto y a las autoridades competentes para que investiguen el incidente a fin de determinar las causas y llevar a los responsables ante la justicia. Monseñor Kukah recordó que los cristianos han vivido en paz con sus vecinos musulmanes en Sokoto durante muchos años, y pidió a los directamente afectados, y a la comunidad cristiana de Sokoto en general, que mantengan la calma y esperen a que la justicia siga su curso.

—Maria Lozano