“No hay paz sin libertad religiosa”, dice el Papa
DURANTE SU DISCURSO ANUAL A LOS DIPLOMÁTICOS, Francisco advirtió del aumento de la intolerancia hacia los cristianos incluso en países donde no son minoría
El Papa Francisco insistió en que no puede haber paz sin libertad religiosa, denunciando que en muchos países de mayoría cristiana también se ataca este derecho universal.
En su discurso anual al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, el 9 de enero, el Papa habló largamente sobre las amenazas actuales a la paz en el mundo, añadiendo que “la paz exige también el reconocimiento universal de la libertad religiosa. Es preocupante que se persiga a personas simplemente porque profesan públicamente su fe, y en muchos países la libertad religiosa está limitada. Cerca de un tercio de la población mundial vive en estas condiciones”.
Esta conclusión coincide con los datos del último informe sobre Libertad Religiosa en el Mundo publicado por Ayuda a la Iglesia que Sufre, según el cual 62 países de un total de 196 sufren violaciones muy graves de la libertad religiosa.
El Santo Padre subrayó que los cristianos se ven particularmente afectados por la persecución religiosa. “Junto a la falta de libertad religiosa, existe también la persecución por motivos religiosos. No puedo dejar de mencionar, como demuestran algunas estadísticas, que uno de cada siete cristianos sufre persecución.”
Sin embargo, prosiguió Francisco, también hay problemas en países donde los cristianos son mayoría y, por tanto, deberían estar a salvo de la intolerancia. “No debemos pasar por alto el hecho de que la violencia y los actos de discriminación contra los cristianos también están aumentando en los países donde éstos no son minoría. La libertad religiosa también está en peligro allí donde los creyentes ven restringida su capacidad de expresar sus convicciones en la vida de la sociedad en nombre de una concepción equivocada de la inclusión. La libertad religiosa, que no puede reducirse simplemente a la libertad de culto, es uno de los requisitos mínimos para un modo de vida digno.”
No es la primera vez que el Papa Francisco advierte del peligro de la “persecución educada” disfrazada de modernidad y progreso, que ha crecido y afecta a muchos grupos confesionales.
Francisco pidió a los gobiernos que garanticen la protección de la libertad religiosa en casa, y que hagan todo lo posible para promoverla en el extranjero, alabando el hecho de que la Unión Europea, por ejemplo, haya nombrado un nuevo Enviado Especial para la libertad religiosa.
“Los gobiernos tienen el deber de proteger este derecho y garantizar que cada persona, de forma compatible con el bien común, disfrute de la oportunidad de actuar de acuerdo con su propia conciencia, también en la esfera pública y en el ejercicio de su profesión”.
Expresó su esperanza de que el Enviado Especial para la promoción de la libertad de religión o de creencias fuera de la UE pueda disponer de los recursos y medios necesarios para llevar a cabo adecuadamente su mandato específico.
El Papa subrayó además que la religión no debe verse como causa de conflicto entre naciones y pueblos, sino como “parte de la solución para una vida más armoniosa en la sociedad”, dijo, citando un discurso suyo pronunciado durante su visita a Kazajstán, en 2022.
“A menudo se intenta culpar a la religión de los diversos conflictos en el seno de nuestra familia humana, y a veces se hacen esfuerzos deplorables para explotar la religión con fines puramente políticos. Esto va en contra de la concepción cristiana, que ve la raíz de todo conflicto en un desequilibrio presente en el corazón humano: en palabras del Evangelio, ‘de dentro, del corazón del hombre, salen los malos pensamientos’. El cristianismo es una fuerza de paz, ya que fomenta la conversión y el ejercicio de la virtud”, concluyó el Papa Francisco.
La promoción de la libertad religiosa en todo el mundo, y el seguimiento de las violaciones, es una de las misiones de Ayuda a la Iglesia que Sufre, que publica semestralmente un Informe sobre Libertad Religiosa, el principal proyecto de investigación de ACN. Ha evolucionado considerablemente a lo largo de los años, pasando de ser un pequeño folleto publicado en italiano en 1999, a convertirse en una publicación de aproximadamente 800 páginas, elaborada por un equipo mundial. El próximo informe se publicará en 2023.
—Felipe d’Avillez