Un sacerdote católico es asesinado en Siria: “Seguimos sintiendo la presencia de ISIS”

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“LA GUERRA EN SIRIA todavía no ha terminado. Seguimos sintiendo la presencia de ISIS”. Estas son las palabras del arzobispo católico armenio Boutros Marayati, de Alepo. El 11 de noviembre habló por teléfono con Ayuda a la Iglesia que Sufre tras el asesinato del padre Hovsep Bedoyan, párroco de la parroquia católica armenia de San José en Qamishli, en el noreste de Siria.

Padre Hovseb Bedoyan

El arzobispo dijo que el padre Hovsep se dirigía a Deir ez-Zor para supervisar la reconstrucción de la Iglesia de los Mártires. “Estamos tratando de reconstruir la iglesia y las casas de los cristianos que vivían allí, para que puedan volver a la ciudad”, dijo. El padre Bedoyan (43) viajaba en auto junto con otras 3 personas: su padre, Ibrahim Bedoyan, un diácono y otro laico. El arzobispo continuó: “Poco antes de llegar a Deir ez-Zor, 2 hombres armados, en motocicleta, se adelantaron y abrieron fuego. El padre del sacerdote murió instantáneamente, mientras que el Hovsep Hanna murió más tarde, en Hasaka”. El diácono también resultó herido, mientras que el otro laico pudo escapar ileso.

El incidente aún se está investigando. “Hasta ahora no sabemos quién lo mató, aunque parece que ISIS ha reivindicado la responsabilidad del ataque. Lo que sí sabemos es que el padre Hovsep estaba vestido con su atuendo sacerdotal y, por lo tanto, era identificable como sacerdote, además del hecho de que su auto estaba claramente marcado, en letras grandes, con las palabras ‘Iglesia católica armenia'”, dijo el arzobispo. Por lo tanto, es totalmente plausible que el padre Hovsep haya sido asesinado por ser un sacerdote y por sus esfuerzos por restablecer la presencia cristiana en Deir ez-Zor. “Esta es una ciudad muy importante para nosotros”, subrayó el arzobispo Marayati, “porque es allí donde muchos de nuestros mártires fueron asesinados cuando huían del genocidio de 1915. Hoy en día no quedan católicos armenios allí. Sin duda, los turcos no quieren que regresemos, porque nuestra presencia sería un recordatorio del genocidio armenio.”

Al mediodía, el 12 de noviembre, se celebró la misa del funeral del padre Hovsep Hanna, en Qamishli. Toda la comunidad estuvo presente, incluyendo muchos musulmanes, todos deseando demostrar la unidad y solidaridad de todo el pueblo. Es una ciudad que ahora está amenazada por graves tensiones, debido a los enfrentamientos entre turcos y kurdos.

El arzobispo dijo: “La situación es caótica. Hay turcos, kurdos, americanos y rusos. Ayer mismo hubo 3 explosiones. Los cristianos tienen miedo; con cada nuevo brote de violencia, muchas familias deciden emigrar”. Antes de la guerra, había unos 5.000 católicos armenios y 5 iglesias en la región. Actualmente, hay 2.000 fieles y solo 2 iglesias permanecen abiertas.

El arzobispo Marayati apeló a la comunidad internacional: “Todo lo que pedimos es que esta guerra termine, pero eso no será posible si la gente continúa ayudando a los terroristas y enviando armas a Siria”. El arzobispo también se dirigió a los cristianos de todo el mundo: “Les ruego que recen por nosotros y por nuestro pueblo, porque en la actualidad estamos viviendo tiempos extremadamente difíciles”.

—Marta Petrosillo