Sacerdote de Chad: “Soy un niño de la guerra”

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EL PADRE Léandre Mbaydeyo, sacerdote de la Arquidiócesis de N’Djaména en el Chad, estudia actualmente en la Parroquia de San Ambrosio en París, con la ayuda de una beca de Ayuda a la Iglesia que Sufre. Reflexiona sobre la situación en su país, que este año conmemora el 60º aniversario de su independencia.

Chad se encuentra en una situación complicada y conflictiva, en medio de la región del Sahel. ¿Influye este hecho en la vida cotidiana del pueblo chadiano?

¡Claro que sí! Basta con mirar a nuestros países vecinos: Libia, Sudán, República Centroafricana, Camerún, Níger. ¡Todos ellos están atravesando tiempos turbulentos! Yo mismo nací lejos del pueblo natal de mis padres, ya que tuvieron que huir a causa de la guerra. Así que soy un niño de la guerra, y puede que sea la guerra la que finalmente me mate. Chad es un país rico en diversidad; tiene más de 200 grupos étnicos e idiomas diferentes.

Padre Léandre Mbaydeyo
Padre Léandre Mbaydeyo

También existe un conflicto ancestral e inmemorial entre los pastores musulmanes del norte y los campesinos cristianos y animistas del sur. Se trata de conflictos recurrentes que, en general, el pueblo chadiano ha logrado resolver en la mayoría de los casos. Pero cuando la política entra en escena, todo se complica mucho más y estos conflictos degeneran en enfrentamientos sangrientos. Aproximadamente, la mitad del país es musulmana, un tercio es cristiana y el resto son seguidores de las religiones animistas tradicionales.

Sin embargo, su país parece ser más estable que la mayoría de sus vecinos. ¿Cómo explica esto?

Estamos gobernados por un presidente (Idriss Deby Itno) que es un luchador. Ha gobernado el país durante 30 años y tiene un poderoso ejército. El ejército del Chad, con el apoyo de Francia, ha sido extremadamente agresivo y eficaz contra los grupos terroristas como Boko Haram, y no duda en atacar a sus enemigos, incluso más allá de sus fronteras.

¿Teme usted un avance de los islamistas radicales en Chad, como ha venido sucediendo en otros países del Sahel?

Ya hemos visto siniestros intentos de islamización, especialmente desde la Libia de Muammar al Gaddafi. Antes de su muerte, en 2011, estaban construyendo mezquitas por todo el país, incluso en las ciudades cristianas del sur. Además, estaban animando a los jóvenes musulmanes a casarse con mujeres cristianas para convertirlas y tener hijos que a su vez fueran ellos mismos musulmanes. Pero después de la caída del régimen libio, este fenómeno se detuvo. Sin embargo, en aquellos lugares donde cristianos y musulmanes viven juntos, todavía hay presión para convertirse al islam. En el mundo del trabajo, a menudo es más fácil firmar contratos comerciales si eres musulmán. Por otro lado, es extremadamente difícil para un musulmán convertirse al cristianismo, y aquellos que dan este paso son a menudo rechazados por sus familias.

En cuanto al terrorismo yihadista, como el que practican grupos como Boko Haram, el Gobierno lo combate eficazmente en su propio territorio, con el apoyo del ejército francés. Por consiguiente, el terrorismo es menos amenazador en Chad que en los países vecinos.

¿Puede decirse entonces que la situación de los cristianos en Chad es mejor que en los países vecinos?
En gran medida sí, aunque el Gobierno no está a nuestro favor y tiende a tratar de minimizar nuestra importancia. Por ejemplo, las cifras oficiales del número de cristianos chadianos se basan en el censo de 1983. ¡Quieren hacer creer a la gente que Chad es un país musulmán!

¿Y cuál es la situación de la Iglesia Católica en Chad?

Nuestra Iglesia no tiene aún 100 años y, como el país, es joven y dinámica, con muchos bautismos. Por otro lado, hay una escasez de vocaciones sacerdotales. Para muchos jóvenes significa demasiados años de estudio para un rendimiento demasiado bajo. Los cristianos chadianos son generalmente descendientes de los animistas, y hay buenas relaciones entre ambos grupos. Aquellos que ven el animismo con sospecha deben resistir la tentación de tratar de romper completamente con el pasado. Muchos de los valores de los animistas son compatibles con el cristianismo.

—Thomas Oswald