Sacerdote secuestrado en Malí: “Somos un blanco fácil”
AYUDA A LA IGLESIA QUE SUFRE (ACN) EXPRESA SU DOLOR Y PREOCUPACIÓN POR LA DESAPARICIÓN Y EL PROBABLE SECUESTRO DEL MISIONERO HANS-JOACHIM LOHRE —o Ha-Jo, como se le conoce en Bamako—, la capital de Malí, donde trabaja desde hace más de 30 años.
El sacerdote alemán desapareció el domingo 20 de noviembre después de celebrar la misa en un convento de monjas de la misma ciudad, según han informado fuentes de la Congregación de los Misioneros de África.
Las mismas fuentes indicaron a ACN que no hay más información sobre la desaparición, pero todo apunta a un secuestro, ya que el auto del misionero fue encontrado abandonado y la cruz que siempre llevaba consigo estaba en el suelo. Sin embargo, no se sabe nada sobre quién se lo llevó, ni por qué.
“Pedimos a todos nuestros benefactores y amigos que recen por la liberación inmediata del padre Ha-Jo. Era un constructor de la paz en un contexto de violencia y terrorismo. Nuestra fundación apoyó su misión durante los últimos años, y ahora necesita nuestras oraciones y solidaridad. Extendemos nuestro apoyo a su familia espiritual, a la Congregación de los Misioneros de África y a la familia de Hans-Joachim Lohre en Alemania. Ellos pueden contar con nuestras oraciones”, dijo Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de ACN.
“Además de las oraciones, ACN también hace un llamamiento a la comunidad internacional para que haga todo lo posible por mejorar la situación provocada por los yihadistas entre las poblaciones del Sahel, no solo en Malí, sino también en los países vecinos. Lo que está ocurriendo es una tragedia, una herida abierta para el mundo”, dijo Heine-Geldern.
El padre Ha-Jo, como se le conoce, es socio de proyectos de ACN y ha participado en varios eventos organizados por Ayuda a la Iglesia que Sufre. Durante una visita a Suiza, hace menos de seis meses, habló a los benefactores locales sobre la situación en Malí. “Los yihadistas vienen en grupos, en motocicletas, y las comunidades locales tienen que hacer tratos con ellos. Se les prohíbe tocar las campanas de la iglesia y beber alcohol, y se obliga a las mujeres a llevar el velo”.
ACN ha llamado la atención en varias ocasiones sobre la situación que sufren los cristianos en el país, concretamente en el centro de Malí, donde opera el grupo yihadista Katiba Macina, vinculado a Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).
El misionero era consciente del peligro que corría en su trabajo diario. “No sabes cuándo ni dónde puede ocurrir. Como europeos blancos, somos objetivos fáciles, y nos han dicho que los yihadistas nos vigilan”, dijo. Pero en varias entrevistas con la ACN también explicó por qué el peligro inminente no le impedía permanecer en el país. “La pregunta que se nos hace en el Evangelio, ‘¿quién dicen ustedes que soy yo?’, es el sentido de nuestras vidas, y vemos que lo importante no es el tiempo que vivamos, ni lo poco o mucho que consigamos, sino que lo que hagamos tenga sentido y pueda hacer del mundo un lugar mejor”.
El padre Ha-Jo también era muy consciente de la importancia de su propia misión, promover el diálogo entre cristianos y musulmanes, a través de la educación en estudios islámicos por parte de laicos y religiosos. “En estos momentos hay corrientes fundamentalistas muy fuertes en Malí, pero la mayoría de la gente solo quiere vivir en paz. Por eso es crucial que fomentemos las buenas relaciones con los musulmanes de nuestro entorno. Proporcionamos a los cristianos conocimientos profundos sobre el Islam, para que cuando vuelvan a sus comunidades, puedan ayudar a tender puentes y establecer contactos con las mezquitas de los alrededores”, explicó durante una visita a la sede internacional de ACN en Alemania.
ACN ha apoyado más de 70 proyectos en los últimos tres años en Malí, entre ellos un programa de formación y sensibilización de cuatro años para agentes de evangelización, que abarca los encuentros organizados por el Instituto de Formación Islámico-Cristiano, en cooperación con el padre Hans-Joachim Lohre.
VIDEO: Para ver un vídeo en el que el padre Lohre habla de su misión en Malí, haga click aquí.
—Maria Lozano