Sentando las bases para reconstruir la comunidad cristiana en Homs, Siria

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EL PRIMER PASO en la reconstrucción de 97 casas dañadas pertenecientes a familias cristianas desarraigadas de Homs, Siria, se celebró en una ceremonia el 1 de mayo de 2018. Nuestra organización apoya esta iniciativa con una subvención de 360.000 dólares.

Genan Abdalaha, una madre embarazada

Durante la celebración en la catedral ortodoxa siria de la ciudad de Um Al-Zehnar, los propietarios de las casas recibieron un pequeño trozo de roca con la inscripción “Jesús es mi roca”.

Anteriormente, nuestra organización ha financiado la reconstrucción de 110 casas en Homs. Pero este es el primer proyecto de reconstrucción verdaderamente ecuménico, ya que las 97 familias cuyas casas se están reconstruyendo pertenecen a varias denominaciones: 1 familia maronita y 26 familias melquitas, del lado católico; y 11 familias greco-ortodoxas y 59 familias sirio-ortodoxas. El Comité de Reconstrucción quiso reflejar expresamente de esta manera la diversidad de los ritos cristianos en Siria.

En la ceremonia estuvieron presentes el arzobispo melquita de Homs, Mons. Abdo Arbach, y el arzobispo ortodoxo sirio local, Selvanos Boutros Al-Nemeh. Se espera que las 97 casas estén terminadas para el final del verano.

Durante la ceremonia, el padre Andrzej Halemba, nuestro representante para los proyectos en Medio Oriente, destacó la importancia de construir con fe y confianza en Dios porque, dijo, citando la Escritura, “si el Señor no construye la casa, en vano trabajan los constructores” (Salmo 127:1). Instó al pueblo a renovar su gratitud a Dios y a recordar también a los donantes de nuestra organización.

Después de la ceremonia, una pareja, Aziz Al Houri y su esposa, dijo: “Les damos las gracias por lo que están haciendo. Estamos muy felices por nuestros hijos. ¡Porque vamos a volver a nuestra propia casa!” Una joven madre embarazada, Genan Abdalaha, expresó su alegría y esperanza de poder dar a luz a su nuevo hijo en su propia casa. Dijo: “No podemos esperar el momento en que podamos volver a casa; y, si Dios quiere, ¡será pronto!”.

Las casas que serán reconstruidas en esta fase están parcialmente dañadas. Los ingenieros están en el lugar evaluando, caso por caso, la necesidad de reconstruir. Hala Mashhour, una joven arquitecta voluntaria que está ayudando en el proyecto, expresó su opinión sobre el trabajo. Sin ocultar la dificultad del desafío que tienen ante sí, subrayó su importancia para la comunidad local.

También mencionó que debía poder contribuir al bienestar de su propio país y, sobre todo, de su propia ciudad. “Este proyecto me llena de entusiasmo dijo porque me encantaría ver a Homs con un nuevo rostro y su antigua belleza restaurada”. Su propia familia sigue alquilando un pequeño apartamento para 6 personas, que cuesta unos 50 dólares estadounidenses (25.000 libras sirias) al mes.

Homs es la tercera ciudad más grande de Siria. Estratégicamente importante, fue durante años el centro de la lucha entre el Gobierno y las fuerzas de la oposición. La guerra en Siria aún no ha terminado, pero al menos en Homs las cosas están mejorando y la vida cotidiana está volviendo, en cierta medida, a la normalidad. No obstante, hay algunas partes que siguen en ruinas, como el distrito de Al Hamidieyh, por ejemplo.

Las 97 casas no son más que una fracción de todas las que aún deben ser reconstruidas, pero es una señal concreta de esperanza. Las casas que hay que reconstruir pertenecen a las familias cristianas que se encuentran en la situación más difícil desde el punto de vista económico y que no pueden pagar el alquiler. En el mejor de los casos, sobreviven gracias a la ayuda caritativa de su Iglesia. Estos cristianos desean ardientemente volver a sus casas, lo que es una señal de que hay una voluntad real de reconstruir la comunidad cristiana en Homs. Y la reconstrucción de sus casas arruinadas es vital para este proceso.

—Irmina Nockiewicz

AYUDA A LOS CRISTIANOS DE MEDIO ORIENTE