Terroristas asesinan a un sacerdote en Burkina Faso
EL OBISPO PROSPER BONAVENTURE DE DÉDOUGOU, BURKINA FASO, HA ANUNCIADO CON “PROFUNDO DOLOR” LA MUERTE DEL PADRE JACQUES YARO ZERBO. Fue asesinado el 2 de enero por “hombres armados no identificados”, según Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN).
Según el obispo, el atentado tuvo lugar en Soro (Gassan), en la zona noroccidental de Boucle du Mouhoun, una de las regiones más afectadas por el terrorismo en el país.
Los funerales del sacerdote tuvieron lugar el 5 de enero en la Catedral de Santa Ana de Dédougou, capital de Boucle du Mouhoun. “Por la infinita misericordia de Dios, descanse en paz su servidor, el padre Jacques Yaro Zerbo”, escribió el obispo.
Nacido en Kolongo (Malí) el 28 de diciembre de 1956, el padre Jacques Zerbo estudió liturgia en España y enseñó en numerosos seminarios y centros de formación de todo Burkina Faso, lo que le hizo muy conocido entre el clero. “Enseñaba con gran pasión, convicción, conciencia y seriedad”, recuerda el padre Jacques, uno de sus antiguos alumnos en el seminario mayor de San Pedro y San Pablo de Kossoghin.
El padre Zerbo fue ordenado sacerdote el 19 de julio de 1986 en Dédougou. La diócesis, solo erigida en 2000, ocupa una superficie ligeramente inferior a la de Bélgica. Solo el 18% de sus casi un millón de habitantes son católicos. El diálogo interreligioso es una de las prioridades de la diócesis, empeñada en lograr una paz duradera para el país.
En los últimos años, el padre Jacques se había centrado sobre todo en la difícil misión de ayudar a los jóvenes en un centro para adictos en Gouyèlè.
Otro sacerdote fue asesinado en los últimos años en Burkina Faso; el padre Simeon Yampa fue muerto en Dablo, en 2019.
Según la información recopilada por Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), al menos 12 sacerdotes y cinco religiosas fueron asesinados en todo el mundo durante 2022 mientras cumplían con su misión. Durante el mismo año, 42 sacerdotes fueron secuestrados en diferentes países, 36 de los cuales han sido liberados. Tres de los sacerdotes secuestrados en Nigeria fueron asesinados y otros tres sacerdotes, de diferentes países, siguen desaparecidos. ACN pide a todos sus amigos y bienhechores que recen por los que permanecen en cautiverio, así como por las comunidades y familias de los que perdieron la vida.
—Maria Lozano