Tragedia en Irak por el incendio de una boda: “No podemos describir el dolor”

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LO QUE DEBERÍA HABER SIDO UN SÍMBOLO DE ESPERANZA PARA LOS CRISTIANOS DE IRAK SE CONVIRTIÓ EN UN MOMENTO DE DESESPERACIÓN. ACN pide a todos sus benefactores que recen por los que murieron o resultaron heridos, pero también por la comunidad cristiana en general.

La comunidad cristiana de Irak se ha visto de nuevo sacudida por una tragedia: el incendio de una boda cristiana en Qaraqosh, Irak, ha dejado más de 100 muertos y 150 heridos.

El fuego se declaró en la boda de una pareja de católicos siriacos cuando unos fuegos artificiales incendiaron el techo del salón donde se celebraba la fiesta. El fuego se propagó muy rápidamente, atrapando en su interior a muchos de los 1.000 invitados.

En una declaración enviada a Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), el arzobispo caldeo de Erbil, en el Kurdistán iraquí, Bashar Warda, afirmó que “las palabras no pueden describir adecuadamente el dolor de quienes llevan a sus seres queridos a su última morada en su antigua tierra. Lo que iba a ser un momento de alegría ha convertido ahora a toda una comunidad en una de luto y profunda conmoción”.

La tragedia es otra página oscura en una comunidad que sigue sufriendo el asalto mortal del ISIS y la falta de empleo y recursos básicos en un país muy dividido.

La comunidad cristiana de Irak ha sufrido de forma desproporcionada la violencia y las dificultades sociales y económicas derivadas de décadas de lucha civil y de una salvaje insurgencia yihadista. Qaraqosh es una antigua ciudad cuyas otrora 10.000 familias huyeron del ISIS en agosto de 2014; ya la mitad ha regresado desde mayo de 2017. Se ha convertido en uno de los símbolos de los cristianos que sufren en un país que ha visto caer el tamaño de la comunidad cristiana en general de más de 1,4 millones en 2003 a unos pocos cientos de miles en la actualidad.

“Patriarcas, obispos y sacerdotes de todas las confesiones se reunieron hoy en Qaraqosh para enterrar a los que habían perecido”, escribió el arzobispo Warda. Se espera que se sigan celebrando funerales en los próximos días. Algunas personas siguen desaparecidas. Es difícil identificar algunos de los cuerpos debido a la gravedad de las quemaduras. Decenas de personas están hospitalizadas con quemaduras que ponen en peligro su vida y por inhalación de gases tóxicos.

ACN ha financiado muchos proyectos en Qaraqosh y ha contribuido significativamente a que más del 60% de su población regresara tras la limpieza de la región de los yihadistas. Entre las numerosas víctimas se encuentran diez familiares del padre Boutros Sheeto, sacerdote sirio católico de Qaraqosh, cuya iglesia parroquial fue restaurada con fondos de ACN. En su momento, declaró a la organización caritativa pontificia que “tener la iglesia restaurada da fuerza psicológica y moral a la comunidad. Sin esta reconstrucción muchas familias estarían hoy pensando en emigrar”.

Arzobispo Warda

“Pido vuestras oraciones por las almas que hemos perdido y por los heridos graves. Les pido que recen por la comunidad siríaca y sus familias dentro de Iraq y en la diáspora”, escribió el arzobispo Warda en su declaración.

Unidad en la tragedia

Las reacciones a la tragedia no se hicieron esperar por parte de los responsables de las distintas comunidades cristianas, pero también de líderes musulmanes y laicos.

“Esta tragedia ha unido de nuevo al pueblo iraquí. Los suníes han cancelado sus celebraciones del nacimiento de su profeta Mahoma, y también tenemos declaraciones de condolencia y apoyo de la comunidad chií. Los gobiernos de Irak y Kurdistán también han anunciado tres días de luto”, declaró el arzobispo Warda.

ACN sigue solidarizándose con los cristianos iraquíes y pide a sus benefactores y amigos que recen por la recuperación de los heridos, la salvación de los muertos y el aliento para los que quedan.

—Filipe d’Avillez