Un seminarista secuestrado es encontrado muerto en Nigeria
MICHAEL NNADI, un seminarista nigeriano de 18 años fue encontrado muerto el 1 de febrero. El 8 de enero había sido secuestrado por asaltantes no identificados, junto con otros 3 seminaristas del Seminario del Buen Pastor en Kaduna, en el norte de Nigeria. Los 3 compañeros de estudios de Michael pudieron, finalmente, recuperar su libertad.
“Con gran pesar, les informo que nuestro querido hijo Michael fue asesinado por bandidos en una fecha que no podemos confirmar. Él y la esposa de un médico fueron separados arbitrariamente del grupo y asesinados. El rector identificó el cadáver esta tarde”, dijo el obispo Matthew Hassan Kukah de Sokoto, Nigeria, en una declaración publicada el 1 de febrero. Según los medios de comunicación locales, otra víctima de asesinato encontrada fue la esposa de un médico que vivía en Kaduna. Al parecer, también había sido secuestrada por hombres armados el 24 de enero, junto con sus 2 hijos.
“Estoy consternado por el desencadenamiento de tan terrible mal”, dijo Thomas Heine Geldern, presidente ejecutivo de Ayuda a la Iglesia que Sufre; “la noticia del brutal asesinato de este joven inocente me entristece profundamente”.
Según Heine Geldern, las comunidades católicas locales están demostrando un admirable grado de fe y confianza en Dios, como lo demuestran las últimas palabras del mensaje del obispo Kukah: “El Señor sabe. Permanezcamos fuertes y recemos por el descanso de su alma”. Heine Geldern dijo que la tarea de Ayuda a la Iglesia que Sufre debe ser la de apoyar y sostener a la Iglesia nigeriana en su Vía Crucis, mediante la oración y la ayuda práctica.
“Pero, al mismo tiempo, el mundo necesita despertar. El Gobierno nigeriano se enfrenta a un enorme desafío. La inseguridad es tan grande como en tiempos de guerra civil. Nigeria es una nación multirreligiosa y multiétnica, y la seguridad debe ser proporcionada para todos”, insistió Heine Geldern.
Uno de los profesores del seminario de Kaduna, que pidió no ser nombrado, dijo a la Ayuda a la Iglesia que Sufre: “Michael era un joven y talentoso seminarista. Era un huérfano que había sido criado por su abuela. Hace solo unas semanas, tras un año de preparación espiritual, se había vestido con la sotana. Parece que su único crimen fue su deseo de servir a Dios. Las fuerzas de seguridad y el Gobierno le han fallado”.
2 de los 3 seminaristas secuestrados junto con Michael fueron liberados el 31 de enero. Hace dos semanas, otro de los seminaristas fue encontrado gravemente herido, tirado al lado de una carretera.
Los secuestros de este tipo son frecuentes en el Estado de Kaduna. Según el Consejo de Relaciones Exteriores, una organización independiente de los Estados Unidos, 114 personas fueron secuestradas en este Estado en enero de 2020, la cifra más alta entre los Estados nigerianos. El motivo del secuestro de los 4 seminaristas aún no se ha revelado.
El arzobispo Augustine Akubeze de Benin City, presidente de la Conferencia Episcopal Nigeriana, dijo a Ayuda a la Iglesia que Sufre que los ataques contra los cristianos se deben “a la falta de seguridad en todo el país”. La Iglesia, añadió, carece de recursos, como cámaras de vídeo en las iglesias y seminarios, que serían útiles al menos para capturar a algunos terroristas”.
—Maria Lozano