Una misionera colombiana es liberada tras estar retenida por los yihadistas durante más de cuatro años

Compartir esta noticia:

DESPUÉS DE MÁS DE CUATRO AÑOS Y MEDIO DE SECUESTRO en manos de insurgentes yihadistas malienses, la hermana Gloria Cecilia Narváez Argoti, misionera colombiana, fue liberada el 9 de octubre. Todavía no se han hecho públicos los detalles de su liberación, pero en unas breves declaraciones a la televisión maliense, expresó su gratitud al Estado de Malí por asegurar su regreso, y a la Iglesia local y universal por seguir rezando por ella durante su calvario.

En un mensaje enviado a Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), el obispo Jonas Dembele, presidente de la Conferencia Episcopal de Malí, dijo que “este es un gran día para la Iglesia de Malí y para la Iglesia universal, que ha estado rezando por ella. A pesar de las dificultades, Dios no abandona a su pueblo, lo bendice, y las oraciones de la Iglesia han ayudado a sostener a la hermana Gloria. Estamos seguros de que pasó por momentos muy difíciles, pero nada es imposible para Dios”.

“Hemos organizado misas de acción de gracias en las parroquias y en la diócesis, para agradecer a Dios y rezar por el pueblo de Malí y por la paz en nuestro país”, escribió el obispo Dembele.

Sister Gloria Narvaez
Hermana Gloria Narvaez

En otro mensaje enviado a ACN, desde Colombia, el hermano de Gloria, Édgar, habla de la reacción a la noticia en el país natal de la religiosa, Colombia. “La policía se puso en contacto conmigo, recibieron fotografías de ella. Ya está en compañía del obispo en Malí, y está libre. Gracias a todos los periodistas y a todas las personas del mundo por sus oraciones por la liberación de mi hermana. Estamos celebrando en toda Colombia”, dijo.

A su entusiasmo se une la alegría de Monseñor Mario Álvarez Gómez, responsable del Comité Episcopal de Misiones en Colombia. “Damos gracias a Dios por este momento, y felicitamos a la congregación y a la Iglesia universal, y agradecemos especialmente a la Santa Sede, a la Nunciatura Apostólica en Colombia y a la Conferencia Episcopal. Gloria a Dios por este momento tan feliz para la Iglesia universal y para la Iglesia en Colombia”, dijo en un video comunicado enviado a ACN.

Thomas Heine-Geldern, presidente ejecutivo de ACN, también expresó su agradecimiento a todos los que, durante los últimos años, han seguido rezando por esta intención. “En ACN siempre hemos rezado especialmente por aquellos que son detenidos injustamente. La hermana Gloria ha estado en la mente y el corazón de nuestros benefactores durante todos estos años, pero especialmente este último año, durante la Cuaresma, y también durante la ‘Semana Roja’ (Red Week) nuestra campaña dedicada a los cristianos perseguidos y en la que pedimos por la liberación de los cautivos. Su liberación, tras cuatro años de paciente y fiel resistencia, nos anima a seguir rezando por todos los que aún esperan la libertad”.

“La liberación de la hermana Gloria llega en un momento en el que rezamos por la paz en el mundo. Nos alegramos y rezamos también por los que la tenían cautiva, por su conversión, y les decimos que queremos la paz, nada más que la paz, y que los cristianos están interesados en trabajar por la paz y el desarrollo”, dijo el obispo Dembele a ACN.

“Hay muchas dificultades en el mundo en este momento, especialmente en la región del Sahel y sabemos que la temporada de lluvias de este año no fue buena para todos, y tenemos que apoyarnos y ayudarnos mutuamente”, concluyó.

La hermana Gloria Cecilia fue secuestrada el 7 de febrero de 2017 cuando se encontraba con otras tres monjas de su orden religiosa, las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada. Un grupo de terroristas islamistas rodeó al grupo y se preparó para tomar como rehén a la más joven de las monjas. Sin embargo, la colombiana, que era la de mayor edad, se ofreció a ser tomada en su lugar. Durante un tiempo se la dio por muerta, pero un vídeo publicado en 2019 confirmó que la hermana Gloria seguía viva.

En el Informe de Libertad Religiosa de ACN de 2021 se afirma que “el secuestro de la monja, junto con varios ataques a puestos militares, muestran el carácter cada vez más descarado de los grupos terroristas islamistas internacionales en el Sahel”.

Malí es un país abrumadoramente musulmán, en el que los cristianos representan menos del 3% de la población. Malí lleva años plagado de conflictos. Los actos terroristas se ven agravados por las tensiones étnicas que atraviesan todo el país, pero que son especialmente intensas entre el norte y el sur.

—Felipe Davilez