El 22 de agosto es el Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia Basados en la Religión o las Convicciones: el caso de Pakistán

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CON MOTIVO DEL TERCER DÍA ANUAL DE LA ONU para recordar a las víctimas de la violencia por motivos religiosos, Ayuda a la Iglesia que Sufre pone el foco en las víctimas condenadas en virtud de las leyes de blasfemia en Pakistán y habló sobre este tema con el padre Emmanuel Yousaf, socio de proyectos de ACN y director de la Comisión Católica de Justicia y Paz (CCJP). La CCJP lleva actualmente 12 casos de acusados de blasfemia. De los 12 casos, 11 víctimas son cristianas y una es hindú:

¿Podría explicar las consecuencias de las acusaciones falsas?
Cuando una persona es acusada falsamente, el impacto no se limita a la propia víctima, o a la familia, sino que toda la localidad y el vecindario se ven afectados. Incluso sus casas e iglesias son atacadas y quemadas. Por ejemplo, en Shanti Nagar, un pueblo cristiano de la ciudad de Khanewal, todo el pueblo fue atacado por culpa de una persona acusada falsamente, Baba Raji. Asimismo, siete personas fueron quemadas vivas en Gojra, un pueblo cercano a Faisalabad, y en Joseph Colony, un pueblo de las afueras de la ciudad de Lahore, una multitud atacó y prendió fuego a más de 150 casas, entre ellas la de Sawan Masih, un trabajador sanitario falsamente acusado. Además, una víctima falsamente acusada, incluso después de ser absuelta, no podrá volver a su barrio o incluso a su ciudad natal. La vida de estas víctimas está amenazada para siempre, y muchas han sido asesinadas incluso después de ser absueltas.

Sawan Masih, un trabajador sanitario falsamente acusado

El pasado mes de abril, el Parlamento Europeo aprobó una resolución de condena de las leyes sobre la blasfemia en Pakistán. ¿Qué importancia tiene esta resolución para las minorías religiosas del país?
Esta resolución es de gran importancia para los derechos de las minorías religiosas en Pakistán, especialmente la comunidad cristiana. Como muestran los datos, la blasfemia es la acusación en el 52 por ciento de los casos que afectan a las minorías religiosas y en el 14,5 por ciento de los casos de los cristianos específicamente. Sin embargo, la comunidad cristiana solo representa el 1,27 por ciento de la población.

La resolución señala un alarmante aumento de las acusaciones de blasfemia en el último año en Pakistán, tanto online, es decir digitales, como offline.
Sí, basándonos en nuestra experiencia de datos documentados sobre casos de blasfemia desde 1987, hemos sido testigos de un alarmante aumento de las acusaciones de blasfemia en los últimos años, especialmente tras el crecimiento del uso de foros de medios sociales como Facebook, Twitter y WhatsApp.

¿Cuáles son las causas de este aumento?
Durante la pandemia hemos visto un aumento de estos casos, aprovechando que la esta crisis sanitaria ha provocado obstáculos en las averiguaciones de los hechos y las investigaciones y los procesos judiciales se han retrasado. En el pasado, la mayoría de los casos solían darse en zonas rurales, ya que alguien acusaba a otra persona de blasfemia para saldar una cuenta personal u obtener tierras o propiedades. Sin embargo, ahora asistimos a un aumento en las zonas urbanas, donde se registran casos contra sectores educados de la sociedad, como estudiantes, enfermeras, médicos y muchos otros profesionales. Esto es motivo de preocupación, ya que indica que la radicalización religiosa va en aumento y, por lo tanto, hay una mayor determinación por parte de la mayoría de obligar a otros a convertirse o suscribir a su ideología, y cuando se niegan a hacerlo, se les acusa falsamente de blasfemia.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Pakistán, Zahid Chaudhri, declaró en reacción a la resolución de la UE sobre las minorías de Pakistán “El discurso del Parlamento Europeo refleja una falta de comprensión en el contexto de las leyes sobre la blasfemia”. ¿Qué quiere decir?
Pakistán, al ser un país de mayoría musulmana, tiene la percepción de que estas leyes no están hechas por el hombre, sino que son divinas. Por lo tanto, no se pueden cambiar e incluso no se puede considerar la posibilidad de derogarlas. En la última década la sociedad en general se ha radicalizado religiosamente, y se ha hecho casi imposible exigir la derogación de la ley

Por lo tanto, el CCJP siempre ha pedido al gobierno que impida que la gente haga un mal uso de esta ley y también ha proporcionado recomendaciones para ello. Además, el CCJP no exige la derogación de la ley, sino modificaciones de procedimiento en la misma. En su declaración, el Sr. Chaudhri habla desde el contexto de la creencia de la comunidad mayoritaria sobre el Libro Sagrado, la unicidad de Alá, la finalidad del Profeta Muhammad y que el Islam es la religión superior, y esta por encima de todas. A lo largo de los años, debido a un sistema educativo sesgado, estas creencias han creado la ideología de que solo hay lugar para el Islam en este país.

¿Ofrecen a las minorías las mismas oportunidades y posibilidades que a la mayoría, respecto a los mecanismos judiciales y administrativos como prescribe la Constitución?
La comisión CCJP está comprometida con la defensa de los derechos de las minorías desde 1987. En Pakistán, los derechos de las minorías religiosas no están protegidos. Por ejemplo, el artículo 41 de la Constitución establece que el presidente debe ser un ciudadano musulmán de Pakistán. Aunque esto solo afecta a uno de los cargos más altos del país, su influencia se ve en todos los puestos prestigiosos y estratégicos de todos los departamentos. Por ello, rara vez se nombra a un miembro de una minoría para esos puestos de poder, ya sea en la judicatura, las fuerzas armadas e incluso, en cierta medida, en la administración de Pakistán.

¿Qué espera de la comunidad internacional y de la Unión Europea?
La resolución de la Unión Europea es importante, y pedimos a la comunidad internacional que se comprometa con el gobierno de Pakistán y lo presione para que salvaguarde y garantice la protección de las minorías religiosas. Además, instamos a la comunidad internacional a que ayude a Pakistán a promover la tolerancia a través de la educación, la creación de capacidades mediante la formación judicial y policial, y las reformas para lograr unas condiciones económicas estables, con el fin de contribuir a crear una sociedad económicamente capacitada en la que todos reciban el mismo trato.

—Maria Lozano