En Pakistán, la esperanza de una chica católica secuestrada y obligada a casarse con un captor musulmán

UNA MADRE CRISTIANA en Pakistán ha logrado un avance significativo en su lucha por recuperar a su hija de 14 años secuestrada, en medio de sospechas de que la estaban preparando para que entrara en la industria del sexo.

En el caso de la adolescente católica Maira Shahbaz, de Madina Town, cerca de Faisalabad, un tribunal local anuló un fallo anterior que sancionaba su supuesto matrimonio con Mohamad Nakash, al que se lo acusa de secuestrarla a punta de pistola durante el aislamiento por COVID-19 en abril y de obligarla a convertirse al islam. Las audiencias han sido programadas para principios de agosto en el Tribunal Superior de Lahore.

El distrito de Faisalabad y el juez Rana Masood Akhtar dictaminaron que el certificado de nacimiento de Maira es prueba de que era menor de edad en el momento de su supuesto matrimonio con Nakash en octubre pasado, y ordenaron que la adolescente dejara el hogar del hombre y fuera colocada en un refugio para mujeres, con la condición de que no tuviera contacto con miembros de la familia.

El refugio, conocido como Dar ul Aman, es donde Maira residirá hasta que el Tribunal Superior de Lahore emita un veredicto final, lo que podría dar lugar a que la niña se reúna con su madre, Nighat, y sus hermanos en la casa familiar de Madina.

Mientras tanto, se ha emitido un Primer Reporte de Información (FIR) contra Nakash que, a la espera de un fallo del Tribunal Superior de Lahore, podría resultar en una sentencia de cárcel. Tanto Nakash como 2 presuntos cómplices están acusados de secuestrar a Maira. Nakash también está acusado de presentar ante el tribunal un certificado de matrimonio falso.

El clérigo musulmán citado en el certificado ha negado su participación en la boda y el documento aparentemente no aporta pruebas del consentimiento de la primera esposa de Nakash, con la que tiene 2 hijos. Pero Nakash ha contraatacado, ya que emitió un FIR contra la madre de Maira, Nighat Shahbaz, y la abogada de la familia Lala Daniel, a quien acusa de acoso.

En una entrevista con Ayuda a la Iglesia que Sufre, Daniel dijo: “Los acontecimientos de los últimos días han sido una respuesta a las plegarias y estamos muy agradecidos a todos por sus oraciones en este caso. Pero necesitamos que sigan rezando. La madre de Maira sigue muy triste. Su salud es débil, y extraña mucho a Maira”.

“Si la policía y los tribunales saben que la gente en Occidente está prestando atención, estarán bajo más presión para respetar la ley en lugar de ceder ante los grupos extremistas que no favorecen a los cristianos”.

—John Pontifex