Esta Navidad, un gesto de solidaridad con los cristianos de Líbano y Siria
ANTE LA DRAMÁTICA SITUACIÓN EN EL LÍBANO Y SIRIA, Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN) ha lanzado una campaña de Navidad para proporcionar ayuda de emergencia a las comunidades cristianas de estos dos países.
La campaña “Compartiendo la esperanza con los cristianos de Siria y Líbano” presenta historias reales de la lucha diaria de familias y religiosos por sobrevivir.
“Nuestros socios de proyecto a veces se sienten abatidos y cansados, piensan que el mundo se ha olvidado de ellos, pero conservan un rayo de esperanza, porque saben que estamos con ellos y que nuestros benefactores están respondiendo a la llamada. Saben que haremos todo lo posible para ayudarles a permanecer en sus países de origen, en condiciones dignas”, afirma Regina Lynch, directora de proyectos de ACN.
La campaña de ayuda de emergencia de ACN incluye proyectos en los campos de apoyo médico a personas y hospitales; ayuda a enfermos y ancianos; alimentos y bienes de primera necesidad para familias necesitadas; ayuda económica para jóvenes y niños en colegios que corren peligro de cierre; apoyo a la formación de seminaristas; financiación de actividades pastorales para estudiantes universitarios; ayuda a grupos de scouts; ayuda de subsistencia y financiación de retiros espirituales para religiosas; y estipendios de misa para sacerdotes.
“Tanto Líbano como Siria, dos países bíblicos, se están quedando vacíos de población cristiana, debido a las guerras y crisis económicas que los han arruinado, sumiendo a las familias en el hambre y la miseria. Además, muchas personas están desesperadas por la falta de perspectivas y la dificultad de garantizar una educación a sus hijos. Sin nuestra ayuda, la población cristiana vería en la emigración la única solución posible”, explicó Lynch.
Además de los proyectos de ayuda de emergencia, ACN tiene en marcha varios programas destinados a llevar un poco de alegría a los jóvenes y a los más vulnerables estas Navidades. En Líbano, un total de 14.000 niños recibirán un regalo de Navidad, así como ropa de abrigo, gracias a los distintos proyectos que operan en el país. En Siria, el proyecto de mayor envergadura incluye el suministro de ropa de invierno para cerca de 30.000 niños. En Alepo, un total de 1.500 niños, así como enfermos y ancianos, podrán participar en las celebraciones navideñas, con villancicos, obras de teatro y una comida, gracias a la ayuda de ACN.
“También es Navidad en Siria y en el Líbano, donde los niños no tienen la experiencia de una Navidad como la de antes, sin preocupaciones, y en cuanto a los adultos, hace mucho tiempo que no pueden sentarse alrededor de un árbol de Navidad y disfrutar de comida y regalos con sus familias. Hagamos de la Navidad un tiempo de solidaridad con nuestros hermanos y hermanas de Oriente Medio, y este año especialmente con nuestros hermanos y hermanas de Siria y Líbano”, declaró Lynch.
Tras vivir varios conflictos, Líbano atravesaba una época relativamente próspera y había abierto sus puertas a millones de refugiados, en su mayoría sirios, cuando sufrió el mayor colapso económico de su historia. La explosión del puerto de Beirut, en 2020, fue el golpe definitivo, hundiendo al país en la desesperación.
El Papa Francisco, por su parte, ha calificado la situación en Siria de “escándalo”. El país sigue en una situación catastrófica debido a la guerra civil siria que comenzó en 2011 y continúa en el norte del país. Mientras tanto, para la mayor parte del mundo la guerra y la consiguiente destrucción han sido prácticamente olvidadas.
“Al menos el 90% de la población en Siria vive por debajo del umbral de la pobreza, y en Líbano es más del 70%. La situación es muy grave, pero corre el riesgo de quedar oculta a los ojos del mundo ahora que la atención se centra más en la guerra de Ucrania. Los informes que nos llegan de sacerdotes y monjas son desgarradores. No podemos hacer oídos sordos”, insistió Lynch.
“La supervivencia de las poblaciones cristianas en Siria y Líbano —ambas mencionadas en el Antiguo y el Nuevo Testamento, y cuna de Papas, doctores de la Iglesia y santos— está en peligro. Debemos hacer todo lo que podamos”, concluyó Lynch.
—Maria Lozano