Madagascar: Superar la “desesperación y el mal”

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¿Cómo describiría la situación actual de la Iglesia en Madagascar?

Hay muchos cristianos. En la mayoría de las diócesis hay un aumento de la fe cristiana y las iglesias están llenas. Sin embargo, el nuestro es un país de grandes contrastes. Tenemos muchos recursos, pero el país se está deteriorando. Por esto, debemos preguntarnos si somos realmente cristianos, si vivimos como nos enseñó Jesús, al servicio de los demás. Este contraste, esta diferencia, me preocupa. Hay cristianos, pero hay que profundizar en la fe. La fe debe ser vivida realmente, y no sólo practicada exteriormente. Si vivimos como enseña Jesús, podremos desarrollarnos mejor.

¿Cuáles son las razones del deterioro del país?

Hay un deterioro que está ligado sobre todo a la corrupción. Mucha gente quiere entrar en la política para enriquecerse lo antes posible. También hay falta de educación y civismo, porque gran parte del deterioro no es económico, sino social. Las dos cosas están conectadas. Si hay corrupción, hay injusticia; donde hay injusticia, no hay paz.

¿Cómo cree que se puede superar la corrupción?

La esperanza es esencial. Cuando uno cae en la desesperación, pierde la energía para hacer algo para cambiar la situación, sobre todo cuando se sufre. Pero si uno tiene la esperanza de que las cosas pueden mejorar algún día, el coraje y la valentía vienen después. No podemos dejarnos vencer por la desesperación, por el mal. Debemos confiar en el Señor, de lo contrario podríamos pensar que para qué hacer el bien, si el resto del mundo hace las cosas mal. Pero debemos trabajar para hacer el bien, y el Señor hará el resto.

¿Cuáles cree que fueron los principales frutos de la visita papal en 2019?

El Papa vino a dar esperanza. Muchas personas vienen a pedirme consejo sobre qué hacer con sus vidas, y cómo afrontar la situación del país. La visita del Papa reforzó las ganas de la gente de afrontar sus retos diarios. En mi caso, me ayudó a reforzar mi compromiso de trabajar por el bien. Nos hemos acostumbrado a la fe. Es fácil acostumbrarse a ir a misa, por ejemplo. Pero es fundamental comprender lo que significa ser verdaderamente cristiano. Hay que estar plenamente convencido de la propia fe, para descubrir la necesidad de rezar, de encontrarse con el Señor, con Dios. Nuestra fe debe ir más allá de lo que estamos acostumbrados, tenemos que descubrir cómo necesitamos realmente la fe. La visita del Papa fue un estímulo para reavivar nuestra esperanza.

La población es en general muy pobre. Además, el país se ha visto sacudido por varias catástrofes naturales en los últimos años. ¿Cómo ha afectado esto a la misión pastoral de la Iglesia?

Estas catástrofes, los ciclones, las inundaciones, han agravado la pobreza de la población. Es algo que nos ha preocupado a todos. Sin embargo, hemos intentado trabajar en equipo, las diócesis que no se han visto demasiado afectadas han apoyado a las que han sufrido más estas catástrofes. En estas circunstancias hemos vivido la solidaridad y el amor.

Cardenal Désiré Tsarahazana

Otros países africanos han sufrido la violencia cometida en nombre de la religión. ¿Ha ocurrido esto también en Madagascar?

En nuestro país no ha habido violencia religiosa. Ha habido un aumento de la construcción de mezquitas en varios lugares, pero la relación entre cristianos y musulmanes es buena. No hay violencia, ni odio, vivimos juntos. Sin embargo, no sabemos qué puede pasar si el número de musulmanes en el país sigue aumentando. Los extremistas podrían venir de otros lugares, como ha ocurrido en otros países africanos, donde ha habido casos de violencia contra los cristianos.

¿Qué tipo de ayuda ha prestado ACN?

Hemos recibido mucha ayuda, como vehículos 4×4 y motocicletas. La mayoría de las iglesias de este país están muy aisladas. Los sacerdotes a menudo tienen que viajar a lugares lejanos para celebrar la misa y dar clases de catecismo. A veces deben caminar dos o tres días para atender a algunas comunidades. Yo mismo lo he hecho, caminando tres días, aunque ya no puedo hacerlo. También hemos recibido ayuda para establecer una comunicación por radio que nos ayuda con la formación en la fe, y esto es algo que agradecemos mucho. Esperamos que esta ayuda continúe, para que podamos tener todas nuestras diócesis cubiertas por la radio.

Agradezco de todo corazón a ACN y a todos los benefactores la ayuda que nos han prestado. Gracias a su fe, hemos podido mantener la nuestra. Seguimos rezando por vosotros cada día. Que Dios los bendiga, y que el amor de Cristo nos acompañe.

—Carlos Rosas-Jiménez