TABASSUM YOUSAF es la abogada que representa a los padres de la joven católica, Huma Younus, ahora de 15 años, que fue secuestrada en octubre de 2019 y obligada a convertirse al islam. Al hablar con Ayuda a la Iglesia que Sufre, dio una dramática descripción sobre la situación personal y legal de esta adolescente, que también fue obligada a casarse con su captor.
La Sra. Yousaf informó: “Huma ha telefoneado a sus padres, diciéndoles que ahora está embarazada como resultado de la violencia sexual a la que ha sido sometida. Su padre le preguntó si podía salir de la casa de su secuestrador y regresar a su casa familiar, pero ella le dijo que no tiene permitido salir de allí y que su vida se ha vuelto aún más difícil, ya que ahora está encerrada en una habitación”.
Huma Younus (Facebook)
El secuestrador musulmán de la niña, Abdul Jabbar, tiene un hermano de nombre Mukhtiar, que es miembro de los Rangers, una rama de las fuerzas de seguridad. “Este hombre —dijo la Sra. Yousaf— se ha puesto en contacto con los padres de Huma mediante videollamadas y los ha amenazado directamente, mostrándoles sus armas y diciéndoles que los mataría si alguna vez iban a buscar a su hija. Este mismo hombre, Mukhtiar, ha añadido en mensajes de audio que incluso si todos los cristianos se unieran para llevarse a Huma, mataría a sus padres y a cualquiera que intentara ayudarlos”.
En el frente legal, la abogada de la familia de Huma explicó que el tribunal de primera instancia, el Tercer Magistrado Judicial de Karachi Este, había cerrado el caso por falta de pruebas. Se ha presentado un recurso ante el mismo juez para que vuelva a examinar las pruebas documentales, y el magistrado se puso en contacto con la autoridad oficial de registros públicos, NADRA, para obtener el certificado de nacimiento de la niña. La próxima audiencia se ha fijado para el 13 de julio de 2020.
La abogada ya había presentado 2 documentos oficiales en el curso de una de las audiencias anteriores que demuestran que es menor de edad: una declaración jurada de su escuela y su certificado de bautismo de su parroquia católica de Saint James, en Karachi, en los que se indica claramente que la fecha de nacimiento de Huma es el 22 de mayo de 2005. Por lo tanto, tiene 15 años y menos de la edad mínima para casarse (18 años). Este hecho hace que su matrimonio con su secuestrador sea inválido.
En cuanto al Tribunal Superior de la provincia de Sindh, sigue cerrado a causa de la pandemia de coronavirus y probablemente no volverá a abrirse hasta agosto. Solo después de esto será posible fijar una fecha para una audiencia ante este tribunal.
El abogado que representa al secuestrador de Huma está haciendo todo lo posible para ganar tiempo, informó la Sra. Yousaf, porque en 3 años la niña tendrá 18 años y es muy probable que el caso sea archivado indefinidamente. En teoría, el Tribunal Supremo de Pakistán, que anteriormente absolvió a Asia Bibi, podría examinar y fallar este caso muy rápidamente. Sin embargo, los radicales islámicos impiden que el sistema judicial tenga plena autonomía, explicó la abogada. Y añadió que, además, cuando se trata de los derechos de las minorías religiosas, a menudo se producen grandes retrasos, ya que estos casos no se consideran urgentes ni prioritarios.
El calvario de Huma Younus es demasiado común; la Sra. Yousaf, citando la investigación, declaró: “Según mi lectura, y sobre la base de la experiencia, hay unos 2.000 casos de este tipo por año, se denuncien o no”.
Continuó diciendo: “La justicia retrasada es justicia denegada, por lo tanto, cada retraso en el juicio sobre los derechos de las minorías religiosas representa una negación de estos derechos. El tribunal ha retrasado y sigue retrasando la justicia en nombre de Huma, únicamente porque es una menor cristiana”.
“Si ocurriera un caso similar que involucrara a una menor de edad musulmana, las autoridades actuarían inmediatamente. Como abogada, estoy segura de que el presidente del Tribunal Supremo de Pakistán podría conceder justicia a los padres de la niña y a la propia Huma. Sin embargo, en todos los demás niveles inferiores del sistema judicial no será posible hacer justicia a las minorías”.
