Patriarca sirio: A pesar de las dificultades, ha sido “un tiempo de mucha gracia”

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EL PATRIARCA YOUSSEF ABSI, LÍDER DE LA IGLESIA CATÓLICA MELQUITA, AGRADECE A AYUDA A LA IGLESIA QUE SUFRE SU APOYO A LOS CRISTIANOS DE LÍBANO Y SIRIA, pero afirma que sin justicia para Palestina no puede haber estabilidad en Oriente Medio.

Los cristianos de Oriente Medio están abandonando sus tierras ancestrales, a pesar de que sus iglesias les animan a quedarse, afirma el Patriarca Youssef Absi, cabeza de la Iglesia Católica Melquita.

El Patriarca lleva seis años al frente de la Iglesia Católica Melquita, un periodo difícil, con la guerra civil en Siria, la pandemia del COVID-19 y una crisis financiera tanto en Siria como en Líbano. “Todo esto ha supuesto un lento progreso para nuestro trabajo. Nos ha impedido llevar a cabo nuestros proyectos más rápidamente”. No obstante, habla de un “tiempo de gran gracia”.

Con la mayoría de sus fieles en Siria y Líbano, el Patriarca melquita dice que dar esperanza es cada vez más difícil, especialmente a los jóvenes. “Siempre ha habido oleadas de emigración. Pero ahora, hay razones económicas, sociales y políticas para ello”, dijo a ACN.

“Seguimos haciendo todo lo posible para ayudar a nuestros fieles, para proporcionarles servicios esenciales. Pero no podemos sustituir al Gobierno. No hay luz al final del túnel, y no vemos una solución a corto plazo. Sin apoyo, no podemos convencerles de que se queden”.

La situación en Siria podría mejorar si Occidente levantara las sanciones económicas, que, según el Patriarca, perjudican más a los civiles. “Creo que nuestros amigos pueden, de un modo u otro, presionar a sus gobiernos, y a veces a sus líderes religiosos, para que nos ayuden de algún modo o para que se levanten las sanciones”, añadió, haciéndose eco de un llamamiento realizado recientemente por otros jerarcas de Oriente Medio.

Christian procession in Syria

Otro paso decisivo en la dirección correcta sería que la comunidad internacional encontrara por fin una solución al conflicto entre Israel y Palestina. “La causa palestina es la principal. Esto está muy claro para nosotros aquí. Sin una solución para los palestinos, no hay solución para Oriente Medio. Eso significa dar a los palestinos su independencia. En este momento, vemos que algunos gobiernos árabes están empezando a normalizar las relaciones con Israel, pero esto no va a ayudar porque sigue habiendo una gran enemistad entre los pueblos”, dijo el Patriarca Absi.

Pero insiste en que, a pesar de estas dificultades, los esfuerzos de la Iglesia deben continuar, ya que la perspectiva de un Oriente Medio sin cristianos es impensable. El Patriarca Absi puso el ejemplo del Líbano, que cuenta con la mayor población cristiana de la región, y que Juan Pablo II describió como una misión en sí misma: “El Líbano es muy importante, no solo para Oriente Medio, sino para todo el mundo, porque la convivencia entre musulmanes y cristianos allí es un ejemplo para todos”.

“En Occidente hay muchos musulmanes, y ya hay algunos desafíos, así que la misión del Líbano es manifestar cómo pueden convivir musulmanes y cristianos”. La presencia de cristianos en Oriente Próximo no debería ser un problema. Es normal que las iglesias existan allí, y deben permanecer allí”, continuó diciendo el Patriarca Absi.

¿Una zona segura para los cristianos?

Cuando la persecución de los cristianos en Oriente Medio alcanzó su punto álgido en 2014, algunas personas mostraron su interés por crear una zona cristiana segura, ya fuera en un país o en una región autónoma, como la llanura de Nínive en Irak.

Pero la mayoría de los líderes religiosos cristianos se oponen a la idea, y el Patriarca Absi no es una excepción. “Sería un suicidio”, dijo. “No es una solución”.

Cristianos y musulmanes, explicó, tienen una historia de coexistencia, y delimitar una zona exclusivamente cristiana enfurecería a otros ciudadanos. “Tienes derecho a vivir en un país grande. ¿Por qué elegir vivir en un país pequeño rodeado de personas que se han convertido en tus enemigos?”.

La situación en Siria y Líbano puede ser dramática, pero sería peor sin la ayuda de ACN.

“Nos hemos dado cuenta de que ACN ha duplicado, y a veces triplicado, su ayuda en el transcurso de la última década. Los resultados son claramente visibles, y se lo agradecemos de todo corazón. Vemos que realmente quieren estar presentes en Siria y Líbano de una manera especial.”

“No se trata solo de ayuda financiera o económica. Es el espíritu con el que trabajan: la generosidad, el amor, las sonrisas. Damos gracias a Dios por habernos enviado hermanos y hermanas de este calibre”, concluyó el Patriarca.

—Filipe d’Avillez y Maria Lozano