Se necesita vigor para ser un católico fiel en Nigeria

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NIGERIA viene siendo noticia desde hace algunos años por el terror islámico, sobre todo recientemente en forma de ataques mortales de pastores fulani, en su gran mayoría musulmanes, contra granjeros cristianos. Para muchos católicos del país hay, sin embargo, una batalla más tranquila que requiere desafío y orgullo para mantener la fe frente a grupos evangélicos demasiado agresivos; y, en el norte del país, una mayoría musulmana a veces hostil, agresiva, si no violenta. Okoghe Loveth Osemudiamhen (Loveth para abreviar) habla de su determinación de permanecer fiel a la Iglesia de Roma:

“Soy del Estado de Edo, de la tribu esan, y actualmente estoy haciendo mi servicio nacional juvenil en Abuja, Nigeria. Tengo 28 años y soy católica de nacimiento. Formar parte de una familia católica ha sido una experiencia exquisita. Crecí con unos padres que eran católicos y abrazaron las doctrinas y enseñanzas católicas”.

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Loveth

“Tuve el privilegio de ser miembro de lo que llamamos el “Rosario de la cuadra”. Rezar el rosario junto con otros niños es lo que me atrajo inicialmente a la fe católica. Nunca he soñado con dejarla, ni siquiera por un segundo”.

“Me uní a muchas asociaciones en la Iglesia, como las clases de catecismo, y ser una catecúmena fue aún más sorprendente de lo que jamás podría haber imaginado. Aprendí mucho sobre las enseñanzas católicas que me prepararon para ser una mejor persona en la vida. También tuve la oportunidad de servir como secretaria en una organización juvenil católica. Además, soy miembro del coro, una corista crónica, y también miembro de los Legionarios de María. Todas estas sociedades me formaron para ser la mujer que soy hoy”.

“Cuando era adolescente, asistí a una escuela católica que me ayudó a moldearme como una dama decente, gracias a las hermanas reverendas, que sirvieron como maestras. Nada me separará de la fe católica. ¡Ni siquiera el matrimonio! Servir como lectora y monaguillo han sido experiencias hermosas. Amar a los católicos es un eufemismo: Adoro y admiro la fe y no creo que pueda prescindir de ella”.

“Por eso, siempre que visito cualquier iglesia evangélica me siento incómoda; no porque no haya Dios en las iglesias pentecostales, sino por la forma en que estoy tan apegada a la Iglesia católica y sus enseñanzas”.

“La fe católica impacta mi vida positivamente de muchas maneras. Por ejemplo, me gustaría vestirme mundanamente a veces, pero siempre que pienso en mi pertenencia a la Iglesia católica, no puedo evitar vestirme y hablar de forma decente y ser modesta en todo lo que hago. Mi fe me moldeó para vivir una vida sencilla llena de humildad y honestidad, para vivir en paz con todos los hermanos y ser humilde en todas las áreas de mi vida”.

“Nunca he tenido ningún arrepentimiento o duda sobre mi fe, y no creo que las tenga, incluso ante las críticas que rodean a la fe católica. Mucha gente de las Iglesias evangélicas hicieron varios intentos para alejarme de mi fe, pero no tuvieron éxito debido a mi devoción a la Iglesia católica”.

“Según estos críticos, el catolicismo consiste en decir el rosario y rezar a la Virgen María. Se burlan de mi fe diciendo: ‘no hay luz en la Iglesia católica y están adorando ídolos’, todas falsas acusaciones. Sin embargo, algunos de mis hermanos fueron convertidos tontamente por los ministerios evangélicos”.

“Algunas personas me hacen preguntas divertidas como: ‘¿por qué eres católica? ¿Es el catolicismo siquiera una Iglesia? ¿Sabes que los católicos adoran ídolos? No me siento intimidada ni tengo dudas sobre mi fe”.

“Tampoco me siento amenazada por la fe islámica ni tengo miedo de las vigorosas actividades de los musulmanes. De hecho, ahora tratan de emular la fe católica enviando a sus hijos a la escuela católica, porque estos padres están muy seguros de que sus hijos recibirán una buena educación allí. ¡La forma en que sus hijos se ponen al día con las doctrinas católicas es asombrosa!”.

“Sin embargo, mucha gente abandona la Iglesia católica simplemente porque tienen prisa por obtener un favor u otro de Dios. Cuentan con milagros rápidos, no tienen tiempo de esperar pacientemente en Dios, y tienden a pasar de una Iglesia a la otra, mientras olvidan que eso no produce milagros. La fe en Dios sí lo hace. Los católicos de todo el mundo necesitan creer más”.

“Sepan que Dios ve sus lágrimas y sabe por lo que están pasando; Él ha prometido no dejarlos huérfanos. Así que, prepárense y tengan valor”.

“Sean puntuales en las actividades de la Iglesia, recen el rosario o una novena al Espíritu Santo, adoren al Santísimo Sacramento, vayan a misa y realicen su confesión. Haciendo esto, todo lo que pidan en su nombre les será concedido, como dice San Mateo. Por lo tanto, no se dejen intimidar y no se distraigan. ¡Shalom!”.

—Patience Ibile