Un obispo nigeriano denuncia la “conspiración del silencio” sobre la persecución de los cristianos

Compartir esta noticia:

EL OBISPO WILFRED CHIKPA ANAGBE, DE LA DIÓCESIS DE MAKURDI, NIGERIA, DIJO AL PARLAMENTO EUROPEO QUE LOS CRISTIANOS DE NIGERIA NECESITAN AYUDA, “ANTES DE QUE SEA DEMASIADO TARDE”.

El obispo denunció la falta de solidaridad y de ayuda práctica para los cristianos perseguidos en su país, afirmando que lo que parecía una “conspiración de silencio” ahora solo puede describirse como un apoyo abierto a los grupos yihadistas.

En su intervención ante el Parlamento Europeo, Wilfred Anagbe describió la situación en Nigeria como “nada menos que una yihad revestida de muchos nombres: terrorismo, secuestros, pastores asesinos, bandolerismo, otros grupos de milicianos, etc., y aunque el mundo exterior conoce el alcance de los asesinatos y desplazamientos en curso de las comunidades cristianas en Nigeria, existe lo que yo llamo una conspiración de silencio. Sin embargo, lo que está ocurriendo ahora va más allá de la conspiración, es más bien un apoyo abierto, una ayuda y una instigación a los autores de estos actos, ya que nunca se detiene a ningún culpable”.

Obispo Wilfred Chikpa Anagbe

La vida es especialmente difícil para los cristianos en el norte del país, de mayoría musulmana, que a menudo están sometidos a la sharia, pero también en el Cinturón Medio de Nigeria, donde cristianos y musulmanes están más mezclados y donde son habituales los enfrentamientos por la religión, pero también por la tierra y los recursos. La diócesis de Makurdi se encuentra en el Cinturón Medio, en el estado de Benue, donde “según los registros del gobierno del Estado, más de 5000 de los nuestros han sido asesinados entre 2011 y junio de 2022”, informa el obispo.

“Las cifras del gobierno del estado de Benue revelan de nuevo que hasta junio de 2022, el estado de Benue ha sufrido más de 200 ataques con propiedades por valor de más de 500 mil millones de nairas ($11 mil millones de dólares) destruidas y cerca de dos millones de personas desplazadas y viviendo en campamentos en todo el estado. Muchos niños han visto truncada su educación porque sus padres, al no poder ir a sus granjas, no pueden atender sus necesidades escolares. Hay una inseguridad alimentaria palpable y existe una pérdida total de la dignidad humana, ya que hombres, mujeres y niños recurren a menudo a mecanismos inseguros para sobrevivir”.

Solo este año, recuerda, varios sacerdotes han sido secuestrados o asesinados, una joven fue apedreada y luego incendiada por supuesta blasfemia, y una iglesia fue atacada el domingo de Pentecostés, dejando decenas de muertos. Además de la tragedia inmediata, que es la pérdida de vidas, están las cicatrices permanentes que soportan los que quedan atrás. “Es imposible mantener el equilibrio después de presenciar la masacre de personas inocentes e indefensas ante las duras condiciones económicas, a pesar de nuestro papel como ministros de Dios. El dolor es mucho y las heridas no tienen visos de cicatrizar pronto”.

En su discurso ante los eurodiputados y otras personas, el obispo Wilfred rechazó la idea de que la religión no tiene nada que ver con el conflicto, y dijo que cree que “los ataques —en particular en el estado de Benue— se parecen cada vez más a una yihad contra los cristianos”, y añadió que “Benue es el objetivo porque la mayoría de su gente ha declarado firmemente su voluntad de no rendir su fe, identidad y valores culturales judeocristianos al Islam”.

Ante esta crisis, el líder católico pide el apoyo abierto de Occidente. “Hago un llamamiento a todos los que me escuchan hoy para que acudan en ayuda de la comunidad cristiana de Benue y, de hecho, de toda Nigeria, antes de que sea demasiado tarde”.

Además de financiar varios proyectos para el desarrollo de la Iglesia en Nigeria, ACN ha estado proporcionando activamente información sobre la persecución de los cristianos en el país, organizando conferencias sobre el tema y dando a los líderes de la Iglesia local una plataforma para expresar sus preocupaciones y peticiones de apoyo.

—Filipe D’Avillez