Un obispo pide al Gobierno que actúe tras los asesinatos en una escuela católica

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El ataque tuvo lugar el 16 de mayo en una escuela católica del noreste de Pakistán y mató a dos niñas, dejando heridos a otros cinco niños y a un adulto.

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Arzobispo Shaw

Un agente de policía que trabajaba como guardia de seguridad en una escuela católica para niñas en el noreste de Pakistán abrió fuego contra un grupo de profesores y alumnos, matando a dos niñas, una de las cuales solo tenía nueve años. Otras cinco niñas y un adulto resultaron heridos en el tiroteo, ocurrido en Sangota, en una escuela dirigida por las Hermanas de la Presentación de la Santísima Virgen María.

El agente de policía, contratado en febrero para garantizar la seguridad del colegio, ha sido detenido. La investigación está en curso.

A raíz del incidente, el arzobispo de Islamabad-Rawalpindi, monseñor Joseph Arshad, declaró: “Nos sentimos amenazados e inseguros ante el creciente terrorismo en el país. Es lamentable. Exigimos que se castigue al guardia, para evitar incidentes similares en el futuro”.

Por su parte, el arzobispo de Lahore, Sebastian Shaw, se pronunció contra los grupos que se oponen a la educación de las niñas y afirmó que las autoridades deben hacer más para mantener la seguridad en las escuelas.

“Nosotros, los católicos, y los cristianos en general, dirigimos algunas escuelas solo para niñas. Y algunas personas están en contra de la educación de las mujeres, en Pakistán y en otros lugares”. Este hombre supervisaba la seguridad de los niños, del personal, de los padres, de todo el mundo. Para eso le pagaban. Pero en un momento de locura, hizo esto porque la escuela enseña a niñas. Esto demuestra lo agresivos que pueden ser estos grupos que se oponen a la educación de las mujeres”.

Pero, añadió el arzobispo de Lahore, este atentado no mermará el compromiso de la Iglesia de proporcionar educación a todos, especialmente a los más vulnerables, como ha hecho siempre. “Seguiremos educando. Dondequiera que haya un hombre o una mujer, un niño o una niña. Todos somos humanos, y todos los humanos tienen derecho a una educación. Todos tienen derecho a ser mejores personas, a desarrollar su personalidad, a crecer”. El arzobispo Shaw también dijo que la situación ha creado un ambiente de inseguridad, “por lo que el gobierno tiene que hacer más para proteger a sus instituciones y a las personas comprometidas con la educación y la salud.”

La escuela atacada fue tomada por fundamentalistas islámicos en 2009. Afortunadamente, las hermanas consiguieron evacuar el edificio a tiempo, evitando cualquier daño personal, pero la escuela no volvió a abrir sus puertas hasta 2012. Antes de eso, un grupo islámico radical —Jan Nisaran-e-Islam— amenazó a la escuela, impulsado por las falsas acusaciones de que las hermanas intentaban convertir al cristianismo a sus 800 alumnos musulmanes.

La Iglesia de Pakistán ha pedido a todas las escuelas católicas del país que celebren una jornada de oración en solidaridad con las víctimas del atentado.

La religión sigue siendo motivo de discriminación en Pakistán. Según el Informe sobre Libertad Religiosa 2021 de ACN, “la discriminación, la blasfemia, los secuestros de mujeres y niñas y las conversiones forzadas siguen atormentando la vida cotidiana de las minorías religiosas” en el país.

—Paulo Aido