Un prelado nigeriano exige que todos sean tratados con justicia
BOLA AHMED TINUBU PROCEDE DE UNA REGIÓN FAMOSA POR SU ARMONÍA INTERRELIGIOSA y está casado con una cristiana practicante. Los cristianos esperan que suponga una mejora respecto al presidente Buhari, acusado de ser blando con el islamismo radical y la violencia fulani.
Los católicos nigerianos tienen la esperanza de que la elección de un musulmán moderado a la presidencia suponga una mejora de la seguridad.
En una conferencia en línea organizada por Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN), el arzobispo de Kaduna, Matthew Man-oso Ndagoso, afirmó que los cristianos de toda Nigeria, pero especialmente los del norte, sueñan con días mejores tras las elecciones para Presidente, Gobierno y legislaturas estatales.
“Esperamos que estos nuevos líderes traten a todo el mundo con equidad y justicia, de modo que no importe quién seas, debes ser tratado como cualquier otro ciudadano. No pedimos nada especial, solo que se nos trate con justicia y equidad. Por el momento, esto falta. Esperamos que de estas elecciones salgan líderes que se preocupen por el bien común de todos. Eso es lo mínimo que esperamos”, dijo a los participantes.
Nigeria se ha visto sacudida por la violencia y la delincuencia en las últimas décadas. La religión suele ser la fuerza motriz o, al menos, un factor significativo en una situación marcada por las tensiones intercomunitarias e interétnicas, las insurgencias islamistas, las luchas por la tierra entre los pastores musulmanes fulanis y los agricultores asentados, en su mayoría cristianos, y una oleada de secuestros a cambio de rescates. El actual Presidente Buhari es musulmán fulani y ha sido acusado por figuras de la Iglesia de ser complaciente con el problema.
La primera vuelta de las elecciones presidenciales se saldó con la victoria de Bola Ahmed Tinubu, aunque está siendo impugnada ante los tribunales. El 11 de marzo, los nigerianos acudieron de nuevo a las urnas, esta vez para elegir a los líderes de las legislaturas federal y estatales. Aunque el partido gobernante, All Progressives Congress, rompió con la tradición en la elección presidencial, seleccionando una candidatura compuesta por dos musulmanes en lugar de un cristiano y un musulmán, el arzobispo se mostró optimista con el presidente electo Tinubu.
“Es de tierra Yoruba, que tiene una importante población musulmana. Pero en Yoruba es habitual encontrar católicos, protestantes y musulmanes en la misma familia, y se llevan bien. La mujer de Tinubu es cristiana practicante, así que tenemos esperanzas”.
“Ha sido declarado vencedor, pero los resultados han sido impugnados ante los tribunales. Sin embargo, si al final gana en los tribunales y jura el cargo, dada la parte del país de la que procede y sus antecedentes, creo que se comportará de forma diferente. Esperamos que sea capaz de aportar ese tipo de actitud a nuestra política, para que todos podamos disfrutar de ella”, declaró el arzobispo Matthew Ndagoso.
Los líderes de la Iglesia nigeriana son conscientes de que, para que el país alcance la paz, deben tender puentes con sus compatriotas musulmanes, especialmente en las zonas del país donde ambas comunidades conviven.
El padre Mark Nzukwein, recientemente nombrado obispo de Wukari, trabajó en seminarios durante dos décadas, y más recientemente en el Seminario Mayor de San Agustín, en Laranto, situado en medio de una gran comunidad musulmana. Explica que el diálogo es clave en el ministerio del seminario.
“Fomentamos el diálogo interreligioso con nuestra comunidad musulmana inmediata, a través del contacto constante con líderes religiosos, mujeres y grupos de jóvenes. Con este diálogo sostenido hemos podido lograr un entendimiento mutuo y crear confianza entre nosotros”, explica.
“La colaboración sostenida entre las comunidades en torno al seminario hace que se sientan como hermanos y hermanas”, continúa el obispo electo, añadiendo que “nos acercamos especialmente a la comunidad musulmana a través de la caridad, en términos de tratar de mostrarles el rostro del cristianismo, que es el rostro del amor y la compasión, hasta el punto de que cuando vienen y piden ayuda tratamos de ayudarles, especialmente a los que quieren adquirir habilidades para ayudarse a sí mismos, y hemos promovido la educación entre ellos, para que no sean tan susceptibles a los radicales. La educación es la alternativa a la violencia. La violencia nunca jamás les ha ayudado”.
El obispo Matthew Ndagoso está de acuerdo, y comparte su propia experiencia. “En cada visita pastoral que hago, especialmente a zonas rurales, visito al imán o a otros pastores. Nuestros sacerdotes hacen lo mismo. Están ocurriendo muchas cosas a nivel popular, pero no se habla mucho de ello. Musulmanes y cristianos de a pie van al mismo mercado; sus hijos van juntos a la escuela; viven juntos, este es el diálogo de la vida”.
También intervino en la conferencia la responsable de proyectos de ACN, Regina Lynch, quien explicó que la fundación pontificia se ha propuesto ayudar a la Iglesia local en su labor pastoral y de emergencia. “Existe un peligro real de que nos volvamos complacientes ante conflictos que llevan mucho tiempo produciéndose. La Iglesia tiene una voz moral fuerte, pero no puede llevar esta carga sola. ACN tiene muchos proyectos pastorales, como la formación de seminaristas, la formación catequética y la formación para religiosas, pero también ayuda de emergencia para desplazados internos y para mejores sistemas de seguridad en las parroquias”, explicó, destacando un proyecto reciente en el campo de la curación de traumas que incluye formación para religiosas y sacerdotes que se está llevando a cabo actualmente en Nairobi (Kenia) y que tiene como objetivo ayudar a las víctimas del terrorismo y la violencia.
El arzobispo Matthew Ndagoso no escatimó elogios para estos esfuerzos de ACN y señaló: “ACN ha estado a nuestro lado. Cuando se queman nuestras iglesias, se destruyen nuestros conventos, nosotros, como pastores, nos paramos a pensar cómo vamos a reconstruir y ayudar a las personas desplazadas. Con ACN sabemos que no estamos solos, que rezan con nosotros y nos apoyan. Siempre están ahí. Saber que hay gente en todo el mundo que comparte tu sufrimiento, nos da realmente la fuerza, el valor y la energía para soportar nuestras pruebas. No podemos agradecérselo lo suficiente a ACN”.
Este año, ACN ha dedicado su campaña de Cuaresma a ayudar a los cristianos de Nigeria. Póngase en contacto con nosotros para recibir un informe sobre la situación actual de los cristianos en el país más poblado. También puedes ver un documento titulado “Nigeria, una herida abierta”, con 26 testigos y testimonios de primera mano sobre la persecución a manos de los pastores fulani y Boko Haram, así como los secuestros y la trágica masacre de Pentecostés. Ambos documentos son gratuitos.
—Felipe d’Avillez