Un vehículo para una parroquia en Perú

La diócesis de Huancavelica es una de las más pobres de Perú. Situada a casi 4.000 metros de altura en la cordillera de los Andes, cuenta con 28 parroquias atendidas por 49 sacerdotes.

Solo la parroquia de Acombamba incluye más de 90 pueblos, con aproximadamente la mitad de la población de poco más de 10.000 habitantes que se identifica como católica. Viven en comunidades muy dispersas, y es difícil para los 2 sacerdotes llegar a ellas para atenderlas. Prácticamente todos los accesos se realizan por carreteras sin asfaltar, lo que, en condiciones meteorológicas adversas y a esta altitud, dificulta mucho los desplazamientos. Durante la temporada de lluvias, muchos de los caminos son casi intransitables. Los profundos barrancos, las roderas y las piedras hacen que muchos de los trayectos sean difíciles y peligrosos, y no hay ningún tipo de transporte público. El padre Guido Molina Letona y su ayudante tienen un vehículo, pero tiene más de 12 años y está tan desgastado por las difíciles condiciones que ya no se puede utilizar. Por ello, los dos sacerdotes tienen que hacer autostop en los vehículos de reparto locales o, a veces, incluso viajar a pie para visitar las comunidades.

Para muchos de los habitantes, la comprensión y la práctica de la fe pueden ser limitadas, aunque los 2 sacerdotes se las arreglan para visitar cada pueblo al menos una vez al mes, celebrando la Santa Misa, administrando el Sacramento de los enfermos y preparando a la gente para la recepción de los sacramentos. Esta estrecha atención pastoral está dando sus frutos, y cada vez más católicos vuelven a practicar su fe y a recibir los sacramentos.

Ahora, en la propia ciudad, una media de 200 fieles asisten a la misa dominical, mientras que una media de unas 150 personas asisten a la instrucción religiosa en preparación para el bautismo, la primera comunión y la confirmación.

Con un vehículo todoterreno adecuadamente robusto, sería mucho más fácil atender a los fieles católicos de forma más constante e intensiva. Como los sacerdotes no tendrían que perder tanto tiempo y energía en la carretera, tendrían más tiempo para su ministerio pastoral.

Nos alegramos de poder prometer $23.100 dólares para un vehículo adecuado con tracción a las cuatro ruedas.

¿Puedes ayudar a estos sacerdotes a comprar un vehículo para que visitar mejor a la gente en Perú?

Estamos seguros de que les recordarán con gratitud en sus oraciones.

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