Una nueva capilla para un pueblo de Malawi
La parroquia-filial católica de San José, se encuentra en Mathotho, un pueblo al sur de Malawi. La zona es remota y subdesarrollada, y sus habitantes son materialmente pobres. Pero a pesar de sus condiciones, son fe es muy fuerte: hay 900 familias católicas en la comunidad.
Los católicos de Mathotho siempre han anhelado tener una pequeña iglesia, pues hay un largo camino hasta la sede parroquial de Nkhate. Una caminata de unos 12 o 13 kilómetros para quienes desean asistir a la misa dominical en ese lugar. No hace falta decir que esto es un reto para muchos de los fieles, pero los que pueden viajar lo hacen.
La comunidad de San José tiene una capilla de ladrillos que se construyó en 1980, pero no se edificó bien, pues se hizo con materiales disponibles en la zona. Ahora, hay grandes grietas en las paredes, y el agua se filtra durante la temporada de lluvias. Los daños se han ido agravando poco a poco y, desde hace dos años, el edificio es inhabitable. Además, es demasiado pequeño para la creciente parroquia.
Las liturgias y las reuniones de oración se celebran actualmente en el exterior, bajo un árbol. Pero esta solución es defectuosa, especialmente durante los aguaceros en la temporada de lluvias.
Esta vigorosa comunidad católica necesita una iglesia adecuada para el culto, pero la gente no puede reunir entre sí el dinero suficiente para un proyecto de este tipo. El párroco, padre Samson Kayuni, ha acudido a Ayuda a la Iglesia que Sufre en busca de apoyo, con la esperanza de que una nueva capilla traiga consigo grandes cambios. Escribe: “Confiamos en que muchas almas vuelvan a acercarse a Dios, gracias a la presencia de Jesús entre ellas, y que también se produzca un desarrollo social, que ponga fin a la inmoralidad y la pobreza; y traiga un sentimiento de paz a la comunidad. En definitiva, la salvación de las almas es el sentido y el objetivo último de la existencia de la Iglesia en el mundo”.
Los fieles contribuirán con su propio trabajo en la construcción de la iglesia. También aportarán toda la arena necesaria. Por su parte, Ayuda a la Iglesia que Sufre ha prometido una contribución de 14 mil cuatrocientos dólares.
¿Contribuirás para que esta comunidad de Malawi pueda tener una iglesia adecuada para la celebración de la misa?
Ayuda a la Iglesia que Sufre se compromete a invertir sus fondos donde tengan el mayor impacto para la Iglesia a la que servimos. Los fondos donados a los proyectos de Ayuda a la Iglesia que Sufre se destinarán a las principales necesidades en nuestros programas para ayudar a mantener viva la Fe.
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