Los yihadistas enarbolan su bandera en Mozambique: “lo que está sucediendo es una vergüenza”, dice el obispo

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LOS TERRORISTAS ISLÁMICOS ocuparon brevemente la ciudad portuaria de Mocímboa da Praia el 13 de marzo, una ciudad de unos 20.000 habitantes en la provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique.

Según fuentes locales, los atacantes incendiaron edificios públicos, liberaron a prisioneros de la cárcel local e incluso recorrieron libremente las calles. Como demostración de fuerza, los insurgentes incluso izaron una bandera negra, identificándose como un grupo yihadista.

Obispo Luiz Fernando Lisboa

En comunicación telefónica con Ayuda a la Iglesia que Sufre, el obispo Luiz Fernando Lisboa de Pemba confirmó la noticia. “Ellos iban y venían a su antojo. No hubo una respuesta efectiva de las fuerzas de seguridad. Muchos huyeron, porque los atacantes eran más numerosos, y estos pudieron llevarse alimentos, suministros, vehículos y equipo militar. Algunos de los atacantes incluso estaban vestidos con uniforme militar. Los refuerzos que se pidieron llegaron después de que se dispersaron”, informó el obispo.

“Es una tragedia. Lo que está sucediendo en Mozambique es una vergüenza. Es una verdadera vergüenza que nuestro pueblo sea humillado de esta manera”, acusó el obispo.

Este ataque podría marcar un punto de inflexión en la creciente inestabilidad que ha asolado el norte de Mozambique desde octubre de 2017. Hasta ahora los ataques se habían dirigido principalmente a las zonas rurales poco pobladas. En esta ocasión, los insurgentes hicieron una deliberada demostración de fuerza en la capital de un distrito.

Como resultado, hay un temor creciente entre la población. “Dejaron el mensaje de que iban a volver”, dijo el obispo Lisboa. Y añadió: “La gente tiene miedo. Si pueden atacar Mocímboa, que es la ciudad más grande de la región, entonces la gente de Palma, Mueda y Macomia tienen razones para sentirse en peligro. La gente está aterrorizada; ya estaban asustados antes, pero ahora es peor”. Según los medios de comunicación locales hubo escenas de “caos y pánico” durante el tiempo en que Mocímboa estuvo bajo el control de los atacantes.

El grupo terrorista ISIS ha reivindicado otros ataques recientes en la provincia de Cabo Delgado. A principios de marzo, ISIS se adjudicó la responsabilidad por la muerte de soldados del ejército mozambiqueño, tras los enfrentamientos con las fuerzas gubernamentales. Y en febrero, al menos 4 soldados fueron asesinados en la pequeña ciudad de Chiculua, en el distrito de Palma, donde se cree que ISIS fue responsable de quemar varias casas y saquear tiendas y negocios.

La Iglesia católica del país está siguiendo la situación con gran preocupación. “Los ataques de esta semana han intensificado la sensación de inseguridad. Sin embargo, la Iglesia católica seguirá estando cerca de la gente, a pesar del evidente peligro de nuevos ataques armados”, subrayó el obispo Lisboa.

—Paulo Aido