Pakistán: Un defensor de la libertad religiosa detiene en solitario a una turba
En Pakistán hay diversidad religiosa, pero en muchos aspectos, los cristianos del país, musulmán en un 95 por ciento, son ciudadanos de segunda clase. Sufren discriminación, secuestros y conversiones forzosas, y cualquiera que “profane” el Corán o insulte a Mahoma puede ser condenado a cadena perpetua o a la pena de muerte. Sin embargo, el país también cuenta con defensores de la libertad religiosa.
Gazi Salahuddin John es un musulmán chií paquistaní que asiste regularmente a reuniones de diálogo interreligioso en Hyderabad, organizadas por el padre Shahzad Khokhar, fraile franciscano y socio de proyectos de Ayuda a la Iglesia que Sufre (ACN). Gazi está profundamente comprometido con la promoción de la armonía interreligiosa, y la lucha de esa labor se hizo muy real en marzo de 2023, cuando él solo detuvo a una turba que atacaba a una familia hindú acusada de blasfemia en su barrio. Desde entonces ha recibido varios premios por su noble acto.
Durante una reunión del grupo de diálogo interreligioso el 16 de marzo de 2023, Gazi relató el incidente en detalle, en una conversación con ACN. “Un hindú había sido acusado injustamente de quemar el Corán. Más y más hombres se reunieron frente al edificio donde vivía la familia, pero no pudieron entrar porque la puerta estaba cerrada. Entonces intentaron colocar una escalera contra el edificio. También había alguien con una pistola, pero pude quitársela de las manos”.
Cuando se le preguntó por su valentía, Gazi dijo que sintió la fuerza dentro de sí mismo para plantarles cara, citando unos versículos que aprendió durante unas reuniones de diálogo interreligioso. “Una vez pensé que la religión es algo que hago, pero es lo que soy. Antes pensaba que el diálogo interreligioso era algo que hacíamos, pero es lo que somos. Pensaba que la diversidad era algo que éramos, pero es lo que hacemos. Todos somos uno, y [todos somos] hermanos”.
El obispo Samson Shukardin, OFM, de Hyderabad, que inició las reuniones de diálogo interreligioso, confirmó que la situación en la zona de Sindh, al este de Pakistán, es mejor que en otras zonas o países donde hay tensiones entre grupos religiosos. La presencia de líderes religiosos -sijs, chiíes, suníes, hindúes y cristianos- en las reuniones organizadas por el padre Khokhar es significativa, afirma.
El obispo, que es fraile franciscano, recuerda cómo se repartieron pasteles y regalos durante la festividad musulmana de Eid al-Fitr, y hubo muchas reuniones para conocerse mejor. “Cuando visitamos el templo hindú, nos dieron explicaciones sobre los distintos dioses. Dimos un discurso al sindicato de comerciantes sobre cómo pueden contribuir al respeto, la paz y el diálogo. Y plantamos árboles, junto con estudiantes y profesores de varias religiones, por los problemas climáticos e hídricos del país”.
El líder sij Prakash Singh coincide en la importancia del diálogo. “Detrás de los líderes de aquí hay gente local. Los ven como ejemplos y modelos para trabajar por la unidad. Ese es el verdadero don de este grupo. Según mi religión, esta bondad es para todos, no para una persona o un grupo. Dios ha plantado una luz en nosotros -en unos más, en otros menos, pero en todos”.
Aunque hay problemas con la libertad religiosa en Pakistán, el obispo Samson está agradecido a los defensores, tanto dentro del grupo de diálogo como entre la policía y las fuerzas armadas de Sindh, que a menudo desempeñan un papel positivo en la región. “Jesús dijo: ‘Ama a los demás como a ti mismo’. Respetamos al otro. Hemos demostrado que lo hacemos no sólo con palabras, sino también con hechos. Estoy seguro de que este buen trabajo no se limitará, sino que sentará las bases para ayudarnos unos a otros”, declaró a ACN.
ACN apoya programas de armonía interconfesional en distintas partes del país. El diálogo interreligioso es también uno de los temas destacados en el Informe sobre Libertad Religiosa de este año, publicado por ACN en junio.
—Dennis Peters